Es urgente hacer frente a estos riesgos. "Si conseguimos tan sólo una reducción moderada de las emisiones de gases de efecto invernadero podríamos evitar el 40 por ciento del retroceso de las playas de todo el mundo. Y con medidas de adaptación a todos los niveles (municipal, autonómico y estatal) que minimicen los daños y busquen soluciones reales y duraderas podríamos volver a presumir de nuestras playas.

Las soluciones han de ser locales, porque cada tramo de litoral tiene características propias, pero deben ser acordadas por las administraciones y participadas por la ciudadanía de forma urgente. Proteger y conservar las playas supondría un beneficio 150 veces mayor que dejar que sigan deteriorándose.

"La costa nos protege de los eventos meteorológicos extremos y la subida del nivel del mar provocados por el cambio climático, pero seguimos maltratándola. La pérdida de sus características naturales tiene que revertirse para que pueda protegernos. Tenemos que empezar a cambiar el modelo ya"

Informe completo Aquí.