La situación general auspiciada por el Servicio Andaluz de Salud, de despido de miles de eventuales, consistente en la no renovación de más de 5.000 profesionales andaluces, se ceba especialmente con la plantilla de celadores de San Carlos.

En este centro sanitario se han cubierto plazas de nueva creación en los servicios que se han ido implantando a base de contratos eventuales, de los llamados contratos Covid, y por ello, aunque los recortes de personal fuesen proporcionales en ambos centros, Hospital Puerta del Mar – San Carlos, en este último se hacen especialmente lesivos. Se pierden ocho celadores, lo que conduce a que quede sólo uno por planta para realizar los aseos, o a que el control de acceso al centro, el pleno repunte de la covid-19 sea inexistente por las tardes, e incluso algunas mañanas. Simplemente no hay personal.

Este doble recorte, de la Junta de Andalucía y del Hospital Puerta del Mar, va a suponer para San Carlos un nuevo deterioro de las condiciones de trabajo y de la calidad asistencial. Los pacientes hospitalizados y sus familiares deben saber que si, hasta bien entrada la mañana, no han sido debidamente aseados o atendidos, no se debe a falta de diligencia del personal, sino se debe a esto, a la falta de personal propiciada por las decisiones adoptadas por los que gestionan este centro a nivel hospitalario o regional. En este sentido, las quejas deben llegarles a estos y no al personal que se siente sobrepasado por el cúmulo de tareas.

Habría que tener en cuenta que la situación no es la misma en ambos centros, ya que la dependencia estructural de este personal eventual es mayor en San Carlos y lo que correspondería no es solo no reducir su número, sino estabilizarlo mediante los mecanismos al efecto.

Una vez más San Carlos es subsidiario de Puerta del Mar, y es usado como fuente de recursos. Le llueve sobre mojado. Al despropósito de la Junta de Andalucía de recortar personal, se suma la gestión de Puerta del Mar en detrimento de San Carlos.

Continúa, por lo tanto, el menoscabo hacia San Carlos y hacia la población de San Fernando. Ante la situación que nos hacen llegar trabajadores de este centro sanitario la Marea Blanca debe manifestar su repulsa. San Fernando es doblemente atacada y la Marea Blanca se propone establecer contacto con los agentes sociales, grupos de ayuda mutua, Asociaciones de Vecinos, teniendo como objetivo movilizar a la población para expresar su malestar.

A todo esto, la Marea Blanca de la Isla sigue esperando cita con el director gerente del HUPM, cuestión esta que se le planteó desde su toma de posesión del cargo mediante escrito pasado por registro.