Escritores sin editorial privada
La inmensa mayoría de escritores no les publican editoriales privadas nacionales o internacionales. La mayoría se publican ellos en editoriales, imprentas, editoriales institucionales.
Hasta hace un siglo aproximadamente, la mayoría de escritores en Europa, se publicaban ellos o ellas mismas, Nietzsche, podría ser un caso, con mayor o menor éxito. Existían imprentas que ya hacían las primeras funciones de editoriales. Después, a grandes rasgos empezaron las editoriales privadas, a principios del siglo veinte, especialmente, por ejemplo, Gallimard, que empezó a publicar y editar a autores que iba buscando por los cielos y las tierras.
Ya, el proceso después de la Segunda Guerra Mundial, se complejificó, hablo a grandes rasgos, y se crearon editoriales privadas nacionales, después, grupos editoriales internacionales, después medios de comunicación internacionales –dónde existían editoriales de libros, discos, cine, periódicos, televisiones, radios, etc.-.
De tal modo, que hoy, para resumir y sintetizar y abocetar y esbozar muy genéricamente, tendríamos editoriales privadas –nacionales o internacionales-, y, un segundo grupo, editoriales institucionales –dependientes de alguna instancia pública, en mayor o menor grado-, tercero, editoriales privadas que editen libros que los autores se pagan a sí mismos –algo así, como antes se hacía todo el proceso desde la imprenta, etc.-, y, quizás.
Un cuarto grupo, de autores que se editan a sí mismos, con ediciones muy limitadas en cantidad, y, dentro de este grupo estarían todos los autores y autoras que se dan a conocer su trabajo a través de Internet, redes sociales, etc. -porque publicar es hacer público, y, si lo muestran por un blog, han completado todo el proceso, aunque siempre sin tener esperanza de ganar dinero...-. (Esto también aplicado al resto de saberes y artes...).
Los tiempos cambian, se comenta que cuándo aparecieron las universidades regionales, hace unas décadas, en el terreno de las letras hubo un cierto aire de esperanza entre los letra-amantes, letra-heridos, letra-vocacionados. Porque muchos pensaron que si ya empezaban a existir Facultades de Letras, de Filosofía, de Arte, Artes, Bellas Artes, y, semejantes en provincias y en regiones, se valoraría más y mejor el producto provincial y regional.
Y, después, de décadas, algo se ha hecho, pero digamos que cierta desesperanza se ha instalado. Quizás, porque muchas veces, las cátedras las ocupan personas de fuera de esos territorios, regiones, provincias, quizás, no se tiene interés y conocimiento y sabiduría suficiente, para intentar no solo hacer tesis doctorales, trabajos fin de grado, congresos, conferencias, artículos de periódico, artículos científicos sobre autores nacionales e internacionales, sino que también, al menos, la mitad se realicen sobre autores de esos terruños...
En estas últimas décadas, se han hecho en todas las regiones y provincias, directorios y libros antológicos, de todas las materias y saberes, de las producciones arbóreas culturales de esos ámbitos territoriales, provinciales o regionales. Es tal así, que se comenta en los foros culturalistas y literarios, que había un profesor/a famoso en una de esas entidades, que ya que se habían realizado varios diccionarios y directorios en papel, de todos los escritores de dicha región, ya parecería muy raro y singular y difícil que existiese alguien que no se conociese.
Y, se dice en los ateneos de las plazas y bares culturales, que una a vez, a ese egregia personalidad de los estudios universitarios del ramo, le llegó un paquete con la publicación, fotocopias de manuscritos, grabados en disco... de veinte mil páginas, de obras literarias, de un autor o autora que vivía o existía en un rincón de ese lagar provincial o regional, que jamás lo habían incluido en ningún directorio o diccionario o archivo o antología o nomenclatura...
Este ejemplo, caso, símil, metáfora, sea real o sea imaginaria o sea simbólica, cosa de los escritores que beben un poco cerveza detrás de la búsqueda del libro perfecto, que les otorgará publicar en una editorial internacional y recibir el Premio Nobel. Esta anécdota sea verdad o mentira o falsa o imaginaria, creo que representa la realidad de los escritores que hemos denominado sin editorial privada industrial.
Quizás, miles, quizás decenas de miles en cada generación en un territorio nacional, quizás, cientos en cada territorio provincial y regional, vagan por los terrenos de las letras, sin que apenas nadie les otorgue el beneficio de la duda, del posible estudio, de entrar en directorios virtuales, al menos, para si alguien quiere estudiar alguna vez, la realidad ecológica cultural de un territorio provincia o región, tenga fácil acceso a todo lo existente, o a casi todo lo existente...
Recuerdo, si mi memoria no me falla, que en tiempos de Felipe González, presidente, al principio, un pastor escribió a la Autoridad Máxima, diciendo y expresando que era escritor y era pastor, que redactaba versos, pero que no tenía máquina de escribir. Y, según el periódico, y, según si la memoria, no me falla, el señor González le envió una máquina de escribir como regalo.
Me he preguntado muchas veces, dónde habrán quedado aquellos versos, posiblemente, a miles, quizás decenas de miles de aquel pastor poeta. Habrá fallecido posiblemente ya. La familia, seguirá guardando los versos y los poemas. Me pregunto si en alguna antología o directorio de su provincia o su región, se recordará a ese poeta pastor.
Este es el drama del noventa por ciento de escritores y escritoras -también de otros artes y saberes-, como ese pastor poeta, estamos condenados a que nuestro trabajo, se pierda, si no en la primera generación, en la tercera.... Y, mientras tanto, "no que venga un príncipe y te dé un beso", que eso es la solución de Holywood, sino la real literaria, que la "princesa se caiga, y, al caerse, el trozo de carne que le tapaba la respiración, la expulse, y empiece a respirar y a vivir...".
¡Alguien, en serio quiere ocuparse de las realidad de los miles de autores y autoras de todos los campos del saber, que están como el pastor poeta esperan!.