AxSí realiza un homenaje a la memoria de Blas Infante en el 87 aniversario de su muerte
En la mañana de este jueves 11 de agosto ha tenido lugar la lectura del manifiesto genérico, para visibilizar el legado de Blas Infante -padre de la patria andaluza y fundador del andalucismo-, por parte del portavoz del Grupo Municipal AxSí, Fran Romero.
El acto ha incluido la tradicional ofrenda floral y, en esta ocasión ha concluido, con una limpieza participativa del conjunto escultórico en memoria a Blas Infante del Parque Almirante Laulhé, que muestra un lamentable estado de abandono y suciedad.
Los símbolos importan, porque representan ideales más altos. Porque nos inspiran y nos animan a ser mejores con el prójimo y con nosotros mismos. Los símbolos, por mucho que algunos les pese, son dignos de respeto.
Cada año nos reunimos en torno a este complejo escultórico para honrar la memoria del Padre de la Patría Andaluza, símbolo del andalucismo. Hoy afrontamos este momento tan especial con la tristeza de ver como la Junta de Andalucía, mediante el Centro de Estudios Andaluces, banalizaba la figura de este mártir a través de las redes sociales hace escasos días.
No. Blas Infante no fue sólo “uno de los tantísimos españoles que tuvo la desgracia de sufrir las consecuencias de la quiebra de la convivencia y la democracia liberal”, tal y como rezaba su tweet. La realidad es que Blas Infante fue asesinado vilmente por un grupo de golpistas y fascistas que se vieron amenazados por su visión y decidieron silenciar su voz. Es imposible alterar la historia, no se deben blanquear las consecuencias del fascismo. No se ha de cancelar el valor de los símbolos.
La única verdad es que se le fusiló por atreverse a soñar con una tierra en que los andaluces y andaluzas no somos más que nadie pero tampoco menos que ninguno. Una en la que marcamos la diferencia gracias a nuestra historia, nuestra identidad cultural y patrimonial, nuestros recursos naturales y a un carácter único, el ingenio andaluz, que nos aporta una resiliencia sin rival para salir adelante a pesar de las adversidades y desde el esfuerzo. Como siempre ha sido.
Y también acudimos a esta cita hoy con la angustiosa confirmación de que tampoco le importan nuestros símbolos ni nosotros mismos al gobierno local socialista de Cabada y López Gil. Basta echar un vistazo al lamentable estado que presenta este conjunto escultórico, al que incluso le faltan piezas. Nada que ver con el espacio limpio y bien cuidado y mantenido que hace años nos transmitía esperanza, orgullo y optimismo con tal solo pasear cerca de él.
Otra prueba de esta intolerable actitud es que desde que Cabada es alcaldesa se ha dejado de celebrar el acto institucional que cada 11 de agosto el Ayuntamiento ofrecía en este mismo espacio.
Ellos también quieren alterar la historia, quieren hacer olvidar a los isleños e isleñas la certeza de que fue con el andalucismo en la Alcaldía cuando San Fernando dejó de ser un pueblo para convertirse en ciudad. Se esfuerzan por eliminar del recuerdo todo rastro que remita a los ciudadanos a aquellos años tan ilusionantes y determinantes para la Isla. Pero lo que pasó pasó. Y volverá a pasar. Al tiempo…
También nos sirve este día que dedicamos al Padre de la Patria Andaluza para reflexionar sobre la necesidad de que Andalucía cuente con una herramienta política netamente andalucista. Y a nadie se le escapa esa urgencia, empezando por aquellos partidos que nunca han sentido el andalucismo ni lo han expresado y que ahora, cada vez que toca ir a las urnas, se dicen andalucistas y blanden la Arbonaida para luego meter la blanca y verde en un cajón hasta la próxima cita electoral. Andalucismo de quita y pon ante la necesidad de muchos y muchas de un andalucismo verdadero. Necesidad que se hace más dolorosa sólo con presenciar el espectáculo que se está dando en el Congreso de los Diputados. La mayoría de los territorios de España con su instrumento político, menos Andalucía. ¡Qué pena! Pero que el pueblo andaluz haga cierta autocrítica. ¿Qué hacemos para remediarlo?
Nosotros, desde Andalucía por Sí, seguimos trabajando sin pausa por este andalucismo verdadero y honesto. Con el que crecimos en nuestros hogares y que ahora se despierta y se siente en el corazón de muchos jóvenes, aquellos que aman Andalucía y que tienen que abandonarla en busca de las oportunidades que se le niegan en su tierra. Ese andalucismo verdadero y honesto que persigue acabar con los agravios comparativos entre comunidades autónomas, que busca que las decisiones que nos afectan se tomen aquí y que las distintas administraciones traten a esta tierra como se merece y como lo que es. A nadie se le debe olvidar que Andalucía cuenta con la mayor extensión y densidad demográfica del país.
Y a nosotros y nosotras sí nos importan nuestros símbolos. Que no nos toquen la Bandera, la blanca y verde, y que no nos toquen al Padre de nuestra Patria. Creemos en lo que representa Blas Infante y en aquello que nos enseñó, que permanece vigente hoy en día. Creemos en el ideal y en el ingenio andaluces. Y por eso exigimos el debido respeto.
Hoy, como cada 10 de agosto en este espacio, lamentamos que el estruendo de los fusiles silenciaran la voz de aquel líder visionario y, al mismo tiempo, celebramos que contamos con sus enseñanzas y su guía para aportarnos luz en un camino que la voracidad de las grandes corporaciones políticas nos hacen cada día más difícil de andar.
Aquí seguiremos, fieles a nuestros símbolos y a nuestra tierra…
Y ahora gritad conmigo: ¡Viva Andalucía libre!>>>