Las Hermandes de Desamparados, Santo Entierro y Soledad cierran la Semana de Pasión isleña
El Viernes Santo isleño se vivió con devoción al igual que otros años y como estos últimos días, esperando que el viento de Levante se comportará, el cual quiso ser protagonista a últimas horas de la jornada, haciendo tomar la decisión a la Hermandad del Rosario de no realizar su salida procesional.
El día comenzaba en la Capilla de San José, donde la Hermandad del Santísimo Cristo de la Sangre y María Santísima de los Desamparados comenzaba su caminar hacia Carrera Oficial, no sin antes detenerse ante los ancianos de la Residencia de San José, una imagen que deja cada Semana Santa. Destacar el cortejo perfectamente formado, sobrio y elegante, quizás algo deslucido por no ver a la imponente imagen de la Sangre con La Cruz totalmente alzada al cielo isleño por los cables que cruza su itinerario. A pesar de todo y con unos andares magistrales, cumplieron con sus horarios en todo momento.
Desde la Iglesia del Carmen, el sonar a funeral de su campana anunciaba que la Hermandad del Santo Entierro y María Santísima del Mayor Dolor en su Soledad estaba apunto de comenzar su itinerario. La cofradía, una de las más completas en cuanto a representaciones se refiere, ya que aparte de casi todas las hermandades penitenciales, corporación municipal y altos cargos de la Armada española acompañan al cortejo hasta la Carrera Oficial, no dejan indiferente a ningún isleño y foráneo. Sin olvidar su espectacular recogida en una Plaza del Carmen totalmente en silencio.
Desde la Iglesia Mayor que, por última vez abrió sus puertas esta Semana de Pasión, llegaba la Hermandad del Santísimo Cristo de la Redención y Nuestra Señora de La Soledad, que a pesar del viento de levante donde se dejó notar en los últimos tramos de su recorrido, brilló como cada Viernes Santo y sabiendo que poco a poco marca el final de la Semana Santa cañaílla.
La Hermandad de Nuestra Señora del Rosario decidió no realizar su estación de penitencia debido al viento de Levante, que se preveía azotaría la ciudad a últimas horas de la noche, tal y como ocurrió.
La Isla en estos momento descansando y esperando que mañana Jesús Resucitado vuelva a recorrer las calles de La Isla, poniendo el punto final a esta semana de devoción, una semana grande donde todos los cañaíllas han disfrutado con cada Hermandad de la ciudad.
Antonio Quintero.