Construir un artículo de opinión literario
Una columna o artículo o comentario o crónica, pensado para el periódico, ahora digital, que diga-exprese-cante-llore algo de algún trozo de la realidad humana...
¡Que no canse al hipotético lector, que no le haga perder cinco minutos de su existencia, que le lleve a algún mar o barco o playa, de su interior o de su exterior, rezumando ojos y cabellos y corazón, que no sea la perfección, pero tampoco la imperfección...!
Unos crían jamones, otros crían cerámicas, otros crían ideas, nosotros criamos palabras que se unen entre sí, aman a determinadas ideas, se enzarzan en espadas y castillos y escudos, que son argumentos posibles, y se presentan y representan ante los otros yoes. Ofreciéndoles un yogurt de conceptos y noticias y entidades para que otros labios, se digan a sí mismo, coleccionamos esta idea o la desechamos. Nos movemos en un mundo de ideas. No lo olvidemos. No solo somos carne, ni solo somos materia rodeados de mercancías, sino también somos ideas...
Es imposible que una frase agrade a mil personas. Cada uno, está en una situación vital y existencial y circunstancial. Ninguna frase puede satisfacer a toda la humanidad, pero también es cierto, que las fórmulas de las ciencias, que también son frases, son aceptadas por la inmensidad de los humanos, generación tras generación, hasta que se demuestre otras realidades. También es cierto que frases que entran dentro de la literatura o los libros sagrados o algunos versos poéticos están dentro de nosotros, como tambores, enseñándonos aspectos de lo real.
No podemos engañarnos, interpretamos el mundo, y, a nosotros mismos, con esos dos tipos de frases: las técnicos y científicas, matemáticas y físicas, y, las frase literarias-religiosas. Estos dos mares, nos llenan y rellenan por dentro y por fuera... Nos dicen lo que somos, nos dicen en lo que somos, nos dicen dónde estamos, nos dicen en dónde estamos...
De ahí, la enorme importancia, de encontrar frases-oraciones-enunciados-conceptos-proposiciones-fórmulas-ecuaciones más verídicos, verdaderos, buenos, bondadosos, eficientes, racionales, bellos, prudentes. Que nos llenen el corazón y el alma y la carne de más verdad, de más realidad, de más bondad... Eso, es lo que debemos o deberíamos construir los articulistas y columnistas, esto es lo que deberíamos todos, en el lenguaje oral y natural, cuándo parlamos con el vecino o con el hijo o con el cliente de la empresa. "expresar verdades con bondad...".
No está hecho o pensado por/para la historia, un artículo periodístico, una mezcla biológica entre literatura y noticia informativa y filosófica y, otros saberes, para que se luzca el escribiente-redactor-polígrafo, sino para servir a la sociedad, a la humanidad, aunque solo sea leído por diez personas. Esas diez personas se merecen, que el autor-a, ponga todo su corazón en esa columna, que aunque se equivoque no lo haga adrede, que no intenta engañar, ni manipular, ni llevar hacia determinados fines inconfesables, que no sea inmoral, según la moralidad mínima universal, que no cree odios, que piense que todo ser humano es merecedor de todos los derechos morales naturales universales, que intentamos curar algunas heridas llenas de sed con palabras. Ese es nuestro oficio, aunque nadie nos pague dineros, ni dinares, por él.
Intentar relatar su corazón-carne-alma-conciencia consciente e inconsciente. Eso es lo que hacemos con las palabras. Quizás, recordarle a usted, algo que ha olvidado, algo que sueña en el silencio más profundo de su ser. Algo que si tiene que emerger, no es para hacerle daño y mal y sufrimiento y pena y angustia. Sino para intentar ayudar a curar heridas del pasado o del presente o del futuro. Como el cirujano, que intente que la muerte se alargue en el tiempo hacia un sujeto, que no venga hoy, ni mañana, sino dentro de unos cientos de días...
Explicamos con un modesto artículo, género literario a semejanza de la poesía, el teatro, la novela, el relato, la epopeya. Intentamos con la columna periodística, recordar hechos y datos y noticias, también, buscar argumentos y razones, quizás, curar algún sufrimiento, o aliviarlo. Pero también recordar que debemos buscar las fuentes de una moral y ética correcta, de un saber correcto y ortodoxo, y de una acción y praxis personal, que eleve al ser humano, que no lo rebaje, somos animalidad, pero también racionalidad y espíritu y espiritualidad. No solo somos animales, llenos de pasiones y deseos. Sino que estos como un enorme barco con su quilla debe ser dirigido con las velas de la verdad y de la bondad y de la racionalidad y de la paz.
Un artículo periodístico es un intento de ofrecer un buen vaso de limonada fresca en una tarde de agosto, a las cinco de la tarde, en la mancha de la Mancha.