Antes de empezar el mes de diciembre la mayoría de las asociaciones, hermandades y gente de a pie ya piensa en toda la gente más desfavorecida, en aquellas personas que no tienen para pasar unas Navidades en condiciones, y ya idean cómo hacer para recoger alimentos, juguetes, ropa etc., para ellos. Ya se sabe que San Fernando es muy solidario y año tras año se demuestra con unos fuertes valores y acciones.

En la Alameda se hace una cita benéfica organizada por la Asociación de Reyes Magos con el propósito de recaudar fondos para la campaña Ningún niño sin juguetes, para que en la mañana del próximo 6 de enero no falten juguetes en ninguna casa de San Fernando en la que haya niños, por muy mal que vayan las cosas. Después se recogen alimentos en varias asociaciones para los comedores sociales como el Pan Nuestro y San Vicente de Paul, el más conocido es el Puchero solidario, donde varias carnicerías isleñas se unen a este evento y así las personas pueden dejar pagado algún puchero y después se recogen todos para llevarlos a los comedores sociales. Este año se han recogido más de 300 pucheros.

Tambien a finales de noviembre el Banco de Alimentos se pone un fin de semana en varios supermercados para poder donar víveres para los más desfavorecidos. Este año Proyecto Ayúdame a ayudar donó 20 esterillas aislantes del frío a Calor en la Noche para las personas sin hogar. Si sumamos todo lo que en conjunto se hace solidario, se recoge muchísimo en estas fechas, porque estamos pasando una época muy difícil con la pandemia que aún no nos hemos recuperado y muchas familias siguen sufriendo.

En estas fechas vemos y sentimos muchos valores, el valor de la unidad, donde aprovechamos para reunirnos con nuestras familias con alegría, aunque pienso que siempre hay que sacar un tiempo para ver a nuestras familias sobre todo a nuestros mayores, el valor de la gratitud, donde agradecemos el tener un techo, un plato de comida caliente y una cama abrigada, por eso pensamos en los que no lo tienen, ya que hoy en día es lo más básico. La Navidad es un momento perfecto donde se agradecen todas estas cosas, pero creo que hay que hacerlo todos los días del año, nos sentirnos afortunados de lo que tenemos. El valor de la solidaridad, viendo y evaluando todo lo que tenemos y sabiendo que somos afortunados, nos volcamos con los demás pero los más desfavorecidos no solo lo necesitan en Navidad, sino todos los días del año, porque todos los días comen y duermen. Hay adultos y niños que no tienen para comer, no tienen ropa de abrigo etc. El valor anterior va junto al valor de la empatía, ponerse los zapatos de otros, pensar e imaginarte en el lugar de otra persona en las dificultades que pueda estar pasando y, así, intentar mejorar el mundo. Y todo ello conlleva al valor de la generosidad, porque visto todo lo anterior te hace ser generoso con los demás, pero mi modesta opinión hay que hacerlo los 365 días del año, no solo en estas fechas.

Por eso la solidaridad es tan importante que representa la base de muchos valores humanos, como la amistad, el compañerismo, la lealtad y el honor. Ser solidarios nos permite sentirnos unidos sentimentalmente a las personas a quienes les brindamos apoyo y, por supuesto, de las que lo recibimos. La solidaridad hace feliz a la gente que lo recibe pero también quien lo da, ayudar nos hace felices, hay estudios que afirman que al ser solidarios sentimos una satisfacción personal que nuestro cerebro entiende como un premio, y reacciona aumentando los niveles de felicidad. Por eso experimentamos una sensación física de bienestar que nos hace querer repetir. Así, ser solidario se convierte en un estímulo que nos lleva a serlo más veces. Os aseguro que yo lo he comprobado y es algo que es difícil de explicar, ayudar a los demás ha sido una medicina para mi, el ver que hago algo que los demás valoran y encima les hace falta, te hace sentir una persona grande y engancha os lo aseguro, por eso os digo que ser solidarios todos los días del año.