Imagen. sobregrecia.com.

El mundo paranormal es tan amplio que muchas veces cuesta ver los bordes del gran abanico que forma. A veces pienso que las variantes de esta creencia no forman un ángulo de 180º, si no uno de 360º.

Dentro de tantas teorías, y suposiciones, hay personas que defienden que las entidades del plano astral; es decir, del plano no físico; son capaces de interactuar en nuestro plano, llegando incluso a interferir en nuestro destino.
Por decirlo con otras palabras, un espíritu podría cambiar tanto el día a día que a veces tan solo seríamos marionetas entre sus manos. Ir por donde ellos digan, hacer lo que ellos quieran, y en definitiva, no tener libre albedrío.
Quien dice espíritus, puede decir divinidad, o demonio; ¿Por qué no? Si creemos en la luz, también deberíamos de creer en la oscuridad. Muchos dicen que esa oscuridad es fruto de la ausencia de la luz, desacreditando la existencia de espectros del bajo astral. Pero, para los defensores de la dualidad, o de la escala de grises, esto sería imposible.

Mientras más conocimiento se adquiere, lo más normal es defender una amplitud enorme de posibilidades. Los que defienden la existencia de seres divinos que pueden cometer errores como el ser humano, los que apuestan por las apariciones de los antepasados, los que creen en la reencarnación… Al final la idea del dios justo y perfecto depende de quien lo describa.

Toda esta verborrea para defender si somos, o no, libres. Al final, todo depende de lo que creamos que existe al otro lado. Normalmente, los ateos son los que más defienden la posibilidad del libre albedrío. Mientras que, una persona muy creyente suele defender que todo ocurre por los designios del Altísimo.

Sé que he usado ejemplos genéricos, ya que como he defendido párrafos más arriba, las escalas grises existen. He visto y escuchado tantas posiciones que, al final, la “ciencia de la parapsicología” es tan subjetiva que ni siquiera es ciencia.
Pueden ser los fantasmas de los ancestros, las moiras, los santos, Dios, los duendes, las hadas… Muchos creen que fuerzas universales pueden afectar su día a día. Los horóscopos son claros ejemplos de personas que creen que las estrellas pueden ayudarle en sus metas.
¿Puede ser que solo seamos piezas en un tablero de ajedrez al que denominamos realidad? ¿O somos libres como las gotas del mar?