Foto. Leonor Montañés Beltrán.

Y ahora, ochenta y cinco años después, viene usted a decir, que Lorca votaría a su partido. Y ahora ochenta y cinco años después de la más triste luna lorquina viene usted a decir que no se politice, que no se ensucie su memoria, tremenda desfachatez.

Esto viene a colación de una frase de Macarena Olona, secretaria general de Vox en el Congreso, que asegura que el eterno poeta votaría hoy a su partido. Al principio el comentario me produjo risa, porque suena a cachondeo, pero luego me indignó. Y me indignó porque ante un comentario así, Lorca se estaría revolcando en su tumba, pero ni eso tiene, ni tumba, por culpa de ideologías como la vuestra.

No sé si Macarena se ha leído el 'Romancero gitano”'. Gitano, sí. El de la luna que va a la fragua, el de la monja gitana que borda alhelíes sobre una tela pajiza, el de la casada infiel con su gitano legítimo, el de los guardias civiles borrachos que la puerta golpeaban. O los 'Poemas del cante jondo',  gitano también, como la seguiriya. O los 'Sonetos del amor oscuro', ese poemario de amor entre hombres: Pero sigue durmiendo, vida mía. ¡Oye mi sangre rota en los violines! ¡Mira que nos acechan todavía!

No sé si ha leído, Macarena, 'Poeta en Nueva York', paraíso de los negros, son de negros en Cuba.

Lo que sí sé que no ha leído -aunque hace referencia- es “Mariana Pineda”. Sí, Mariana de Pineda Muñoz, hija de padres solteros, aquella que fue acusada de guardar en su casa una bandera que simbolizaba la lucha contra la monarquía, una «bandera, señal indubitada del alzamiento que se forjaba», según el relato del fiscal que presentó en el juicio al que fue sometida. Mariana Pineda, a la que Lorca inmortalizó.

Hace ochenta y cinco años, Macarena, el 16 de agosto de 1936, lo detuvo la Guardia Civil. Acompañaban a los guardias Juan Luis Trescastro Medina, Luis García-Alix Fernández y Ramón Ruiz Alonso, exdiputado de la CEDA, que había denunciado a Lorca ante el gobernador civil de Granada, José Valdés. Valdés consultó con Queipo de Llano lo que debía hacer, a lo que este le respondió: «Dale café, mucho café».

Es importante señalar que la palabra CAFÉ, en fechas previas al golpe de estado de 1936, se utilizaba en frases o canciones aparentemente inocentes, para ocultar un acrónimo cuyo significado era Camaradas, Arriba Falange Española, señalando lo que se estaba preparando, y ya quedó como muletilla en expresiones como la de Queipo de Llano.

“En la bandera de la Libertad bordé el amor más grande de mi vida”, Macarena, esa bandera tenía tres colores.