Humorista Gráfico: Ángel Menéndez 'Kalikatres'
En esta serie de columnas que estoy pergeñando sobre humor gráfico, humoristas, museos del humor y aledaños, le ha tocado hoy la vaina a Kalikatres.
Ángel Enrique Esteban Menéndez y Menéndez, Kalikatres, San Sebastián, 1923, Madrid, 2012. fue un humorista gráfico y escritor. Quizás, cada humorista que describimos breve y modestamente en una columna, cada museo, solo buscamos intentar sintetizar la teorización sobre el humor gráfico, bajo mi sosegada opinión un género en sí, a mitad de camino entre la literatura y la filosofía y el arte plástico, un arte híbrido, como todos.
Intentamos los que consumimos y somos receptores de humor gráfico, sin entrar en el complejo problema del humor, y, los que lo fabricamos-hacemos-construimos-emitimos intentamos, por un lado, crear una sonrisa-mueca-pensamiento, y, por otro lado, hacer que el sujeto emisor y receptor, sea capaz de entender y comprender un poco mejor la realidad. Que en una o dos frases de diez o veinte palabras, en unas líneas con unas manchas de color, casi siempre estilos neoabstractos y neofigurativos, mal hechos adrede, o porque el artista-humorista no sabe hacerlo mejor, intentar encerar y encerrar un trozo de y del mundo, en unos centímetros cuadrados de papel, ahora de bits de informática. Por lo general, el humorista no es demasiado agrio-avinagrado-ácido, no quiere hacer sangre, en el enunciado del saber-sabor popular, sino intentar comprender-entender la realidad-real. Decir lo que muchos piensan-sienten, pero no se atreven a indicarlo o no pueden, entre otros fines...
Los presentes aprendemos y aprehendemos de los del pasado, todos los humoristas gráficos de hoy, lo digan o no, lo expresen o no, beben de las viandas de los del pasado, unos, habrán escogido unos pozos de agua, otros aquellas fuentes, de unos aprenderán el dibujo y la mancha, de otros, las ideas y los significados, de aquellos, no ir por esos derroteros, de los otros, no caer en algunos errores. Y, y todos tienen que vivir-existir con su presente, su presente personal, biográfico, psicológico, moral, espiritual, y su presente social-histórico-cultural, incluso de su ciudad o barrio dónde existen y son y están.
Menéndez, con razón humorista filósofo, como se le ha designado-descrito-definido, una tradición que no es única, porque Máximo tiene mucho también de pensador-filósofos, Mingote mucho de observador-pensador, y, tantos y tantos otros. Porque al final, la viñeta reúne en su lago-mar-volcán varias fuentes: la información-noticia de la realidad, la literatura en la forma del aforismo y el fragmento corto, la filosofía en el sentido de la máxima y la pregunta, el arte plástico en la dimensión del dibujo.
Un día, espero y deseo, aunque yo no lo vea, que primero, algunos dibujos de humor gráfico, estén en las mismas salas, o al lado, dónde están los de Modigliani, Picasso, Miró, etc., porque pienso tienen algunos la misma categoría de profundidad y esencialidad, algunos incluso más.
Y, también, espero y deseo, que un día de algún octubre, el Nóbel desde las campanas de Suecia, se lo otorguen a un humorista gráfico. Porque algunas ideas o frases o palabras o conceptos o ideas, además del dibujo, de algunos humoristas del siglo veinte, tienen tanta esencialidad literaria, como la han tenido algunos genios de la literatura mundial. Lo único que un humorista en una frase-dibujo esencializa una realidad, y un novelista tarda cien páginas o cien poemas o setenta páginas de una obra de teatro. Pero si unimos y juntamos, todos los dibujos de Kalikatres sobre el sabio filósofo egipcio, no nos está mostrando una cosmovisión del mundo, tan profunda o esencial como lo puede hacer en una novela Joyce o Kafka o Gabo o Cela o Baroja o... Miren con otros ojos el humor gráfico y empezará a abrirse un nuevo mundo de entender-comprender la realidad humana.
Para terminar, quizás no hayamos sido conscientes, que si las letras hispánicas han florecido, algunos han llamado la segunda edad de oro, en el siglo veinte, también ha sido el humor gráfico, quizás, existan una treintena de figuras-personas-personajes humoristas gráficos del y en el siglo veinte, tan complejo en esta Piel de Toro, que tienen la misma categoría, que los grandes escritores hispánicos de su misma edad. Quizás, incluso hayan sido más sutiles para plantear problemas y cuestiones, en ese siglo con tantos volcanes-seísmos como hemos padecido, tanto en Celtiberia como en Europa y en el Mundo.
Ya, sé que existen varios centros que intentan acumular-coleccionar-analizar-estudiar la obra de los humoristas, varios Museos a nivel nacional-regional, la Colección de humor gráfico de la BNE, dónde hay depositado varios legados de humoristas, el Instituto Quevedo de las Artes del Humor en Alcalá de Henares... Es decir, no soy avinagrado en mis juicios, no cabe duda que en estas últimas décadas hemos avanzado enormemente en la conservación del humor gráfico, en la difusión y estudio y análisis, en ir pasando-pensando una actividad, un arte en todos los sentidos, un subgénero del arte literario y del arte plástico, y, no solo como un conjunto de pintamonas.
Pero todavía queda mucho. ¿Por ejemplo, este modesto artículo, dónde se debería enviar, para que quede en las colecciones y bodegas de esos presuntos archivos...? ¿Es obvio, si un articulista e interesado sobre el tema del humor, no sabe a dónde debería dirigirse para que esta columna, entre otras miles o docenas de miles, queden, para futuros estudiosos e investigadores de tesis doctorales y difusores de la cultera, es obvio y evidente, que todavía algo falta de hacer...? ¿Quizás, sugiero, que algunos de los Museos o Fundaciones sobre el humor gráfico, abran una ficha y un archivo para cada humorista que dispongan, y virtualmente, empiecen a ir acumulando material, una especie de Museo Virtual de todos y cada uno de esos autores que han respirado el siglo veinte, y después, ir ampliando hacia delante y hacia detrás...?