La Semana del Libro
En los próximos días se va a celebrar la denominada Semana del Libro. Serán varios actos y tendrá lugar en distintos enclaves de nuestra Isla.
Al leer el cartel anunciador del evento uno no puede evitar recordar aquellas míticas Ferias del Libro que, algunos años atrás, se celebraban en la Alameda Moreno de Guerra y volverse a ver deambulando por las improvisadas calles en las que se transformaban los vericuetos de la plaza -calles a las que se les denominaba con nombres de escritores y escritoras de nuestra ciudad-, buscando entre las casetas cuajadas de libros las últimas novedades editoriales.
En aquellas ferias confluía el mundo de las letras de San Fernando. Lectores, escritores y libreros se daban cita en torno a una mesa y departían sobre el panorama cultural actual. No eran muchos, es cierto, pero nadie faltaba al encuentro. Por unos días todas las tertulias literarias de la ciudad abandonaban sus locales de reunión y se desplazaban hasta el recinto ferial, donde presentaban sus revistas o las últimas obras publicadas por los miembros que las componían. Recuerdo que se realizaban actuaciones teatrales, talleres y espectáculos para niños y adultos, incluso se organizaba un certamen literario internacional—que llevaba el nombre Premio Feria del Libro de San Fernando— y cuyo fallo se hacía público en unos de los actos más importantes de la feria. También en los días que duraba el evento se imprimía una pequeña gacetilla (Ínsula), que se repartía gratuitamente entre los visitantes para informarles sobre todo lo que acontecía en torno a la feria.
Era una feria humilde, sin grandes pretensiones, pero en la que todos los escritores y escritoras de La Isla tenían cabida y, por tanto, se sentían partícipes de la misma.
En esta 'Semana del Libro' que se va a celebrar en estos días, sin desmerecer a los escasos escritores y escritoras que participan en ella, he de reseñar que echo de menos en el cartel a otros muchos autores isleños de reconocida solvencia literaria. Autores que, con sus tertulias, sus obras, sus talleres literarios y los numerosos eventos que organizan o en los que participan, son los que, sin lugar a dudas, sostienen la vida cultural/literaria de La Isla a lo largo de todo el año y, en definitiva, son los que llevan el nombre de esta ciudad más allá del Puente Zuazo.
El día del libro pasó sin pena ni gloria sin ningún acto oficial u “oficioso” que lo reivindicara, espero, por el bien de la ya de por sí preterida y orillada cultura local isleña, que no le ocurra lo mismo a esta semana del libro enmarcada como un acto más a celebrar en ese cajón de sastre denominado Summer San. Confío en que, poco a poco, ya sin la covid-19 o muy disminuida su letalidad -situación que dicho sea de paso se está convirtiendo en algunas ocasiones en una excusa perfecta para preparar actos a medias y poco planificados- podamos, una vez recuperadas las calles y las plazas, disfrutar por fin de la Feria del Libro que se merece esta ciudad.