Gracias Luna
Había prometido callarme, pero no puedo. Lo que sí voy a hacer es morderme la lengua porque los improperios que podrían salir de mi boca seguramente serian constitutivos de delito.
Querida Luna, me da exactamente igual tu innegable atractivo físico, eso hace tiempo que para mí dejó de ser importante, pero lo que no me da igual es que se dude de tu calidad humana. He conocido oenegeistas como tú y sé de tu condición, de tu hermosa ralea.
Encontrarse con una persona derrotada, hundida, que viene con el alma abierta en canal, con lágrimas amargas como la tuera, con la pena mojándole los ojos, trayendo a la muerte de la mano y no ser capaz de darle un abrazo es, simplemente, ser mala persona, soltar gilipolleces por la boca ante esa escena es ser un psicópata. Querida Luna, has hecho lo que tenías que hacer, has honrado al uniforme que llevas puesto, has iluminado un poco más ese alma y ese atractivo sí que me importa. Y ese, Luna, no consiento que se manche.
Lo que realmente me preocupa, Luna, es que se te quiten las ganas de seguir dejando por el mundo esa bonhomía que tanta falta nos hace, esa condición humana tan necesaria, esa sangre que mana de tu corazón otilino, esos brazos que han aliviado el desconsuelo y han secado el llanto, esa mirada tuya como un oasis en medio de tanta miseria. Espero de verdad que no desistas, porque este mundo te necesita. Espero de verdad que ni siquiera te lo hayas planteado.
He tenido que contar hasta mil, y he entendido que mejor no. No voy a usar tu nombre, tu grandeza, ni la maravilla que encierras para decir lo que pienso de esa patulea, yo no podría perdonarme nunca mezclar tu nombre con el de ellos. Bastante tienen, no hay peor mal que tener restos de Goebbels contaminándole la sangre.
Yo lo que he visto es a una persona dando de beber al sediento, misericordia entonces, una persona desbordando humanidad, una persona obrando el milagro de hacerme creer de nuevo en las personas, alimento del alma. Ojalá fueses consciente de lo que has conseguido, me has hecho dudar incluso de mi ateísmo, porque cuanto más veo la imagen, más bíblica me parece.
Gracias Luna.