Poemas a mis dos ángeles
'Carita de Ángel'
Una luminosa tarde veraniega llegaste,
el radiante azul del cielo te anunció,
me dijo que llegarías inocente y pura
y a mis brazos abiertos te entregó,
risueña brisa que en mi camino te cruzaste
viniste a mi vida como inmensa bendición,
esa eres tú, mi carita de ángel,
mi linda princesa, traviesa y adorable,
flujo de ternura trotando por mis venas
transformándome en muralla inexpugnable,
luz de amor que me guía por la senda
y me colma de energía inagotable,
jovial sonrisa en la que veo reflejada
la esencia del niño que antaño fui,
cándido y ajeno a lo mundano,
recuerdo que ahora habita en ti,
mientras viva cantaré a tu mirada
y te abriré mi corazón de par en par
gritando al mundo la dicha que profeso
siempre que me vienes a abrazar,
y si el rudo temporal azota violento
no temas, pues cobijo hallarás en mí,
te sentaré dulce sobre mi regazo
para ser el faro que te guíe, tu sangre... tu sustento,
y al disiparse, nos echaremos juntos en la hierba,
miraremos los luceros sonriendo al pasar,
correremos libres, agarrados de la mano sin dudar
jugaremos y reiremos, sobrevolaremos
por mares y lagos, por campos y colinas
hasta donde el cielo se abraza con el mar,
contaremos las flores nacidas esta primavera
mientras pintamos la melancolía de inmaculada claridad
(A Aura)
'Muñequita maravillosa'
Llegó el despuntar del alba contigo,
se alejaba ya la época invernal
borrándose tímido el rocío matutino
dando paso a la estación floral,
una mañana de marzo naciste,
otro milagro surgía en el camino,
germinada fuiste en el jardín del amor,
segunda nueva gracia del destino,
mi muñequita única e inimitable,
siempre inquieta, alegre y revoltosa,
ni el más diestro pintor podría plasmar
en su lienzo obra tan hermosa,
cómo reñirte con alguna travesura
cuando me miras así de sonriente
si al hacerlo, así pícara con tus lindos ojos,
siento fluir por dentro un torrente,
si pasaría mi existencia dándote
besos y abrazos, viviendo a tu lado
con el honor de ser tu padre
que me hace tan afortunado,
mariposa feliz y vivaracha
aleteando en los fulgores de primavera,
jilguero que impregna de poesía
los senderos de mi pradera,
siento una felicidad inmensa al ver
unidas y dichosas a tu hermana y a ti,
en el transcurso de vuestras vidas
pido fervoroso que permanezcáis así,
sois lo más glorioso que me ha sucedido,
mis bendiciones venidas del cielo,
transformáis en calidez y ternura
hasta la más gruesa capa de hielo,
por muchos años que yo viva, no será bastante
para demostraros a las dos cuánto os quiero