Imagen. Banco de Pixabay.

Siempre se habla sobre los fantasmas de los humanos, como si el resto de los seres vivos no pintaran nada. Los vampiros, los demonios y los gnomos, por poner unos ejemplos, tienen más peso que los perros, los gatos o las aves.

Rara vez, en la búsqueda de lo insólito, pensamos que se manifiesta un animal. Podríamos descartar que lo primero que se desea escuchar tras grabar una psicofonía son unos ladridos.

Descartando a los escépticos que opinan que los cánidos; y cualquier otro ser no racional; no tienen alma, podríamos sumar a más gente. En el mundo paranormal existen investigadores que niegan esta posibilidad, pues si los perros tienen alma, los gatos también tendrían, luego las aves se sumarían, junto con los roedores, reptiles… ¿Una hormiga lo tiene?

El Vaticano declaró en su día que nuestras mascotas, y todos los seres creados por Dios, poseen alma y van al cielo. Así que, el día que partamos al más allá, nos encontraremos con nuestros antepasados y los animales que nos hicieron compañía.

Hay otras creencias que descartan la idea católica, mientras otras van incluso más allá. Recordemos que los egipcios tenían verdadera pasión por los felinos, como los griegos asociaban animales como representación de sus dioses.

Lo que me parece llamativo es el uso de animales en las indagaciones sobre el más allá. Es una praxis aceptada, y muy usada, mientras que el interés por encontrar animales fantasmas es muy bajo.

Pero si estoy escribiendo esto es porque sí existen casos. No son pocos dueños que han perdido a sus compañeros y, tras fallecer el animal, han seguido escuchando sus pisadas, escuchando sus gruñidos, ladridos, o incluso maullidos.

En esos casos anteriores, podríamos apelar a la nostalgia por haber perdido a un ser querido, como comenté en el último artículo de opinión sobre los difuntos familiares. Sin embargo, existen otros casos donde incluso hay material audiovisual.

Mascotas leales que desde el más allá nos protegen, leyendas de manadas de lobos del Infierno que acechan pueblos en latinoamérica, perros que desde el cielo siguen socorriendo a sus dueños...

¿Crees que cuando cerremos los ojos para siempre, nos volveremos a encontrar con nuestros fieles compañeros?