Foto. EntreFronteras.

¿Quién nos iba a decir, hace apenas nueve meses, cuánto nos iba a cambiar la vida? ¿Cómo nos íbamos a imaginar que algo invisible nos iba a alejar de los nuestros y a cambiar nuestra forma de relacionarnos? ¿Cómo íbamos a pensar que una pandemia sin precedentes iba a dejar temblando la economía global? Jamás nos habíamos visto en una igual.

Hoy, en nuestro 4 de Diciembre, os invito a reflexionar como andaluces y os aseguro que, precisamente como andaluces, partimos con ventaja para salir de ésta. Y esto es así porque históricamente estamos acostumbrados a salir adelante ante las adversidades y eso nos mantiene preparados para lo peor.

Los andaluces nunca lo hemos tenido fácil. Con unas administraciones que nos han maltratado, nos han llevado al agravio comparativo con otras autonomías y que, a pesar de nuestro peso demográfico, siempre nos han dado menos de lo que nos corresponde. Ellas han puesto freno a nuestro progreso y han contribuido a que la lacra del desempleo y la falta de oportunidades se instale entre nosotros sin voluntad de marcharse.

Poco nos han ayudado y, además, han ahondado en los falsos tópicos que se nos han ido colgando como pueblo. Injustas e injustificadas etiquetas. Somos tremendamente trabajadores y estamos sobradamente preparados, cada vez más. Y eso hace aún mas triste que muchos andaluces sigan teniendo que salir de su tierra en busca del porvenir que en ella se les niega.

Pero saldremos adelante, porque contamos con aquel 'ingenio andaluz' al que hacía referencia Blas Infante y que nos hace únicos. Esa capacidad de resiliencia que sólo ha podido desarrollar el pueblo que peor lo ha pasado. El que está acostumbrado a reinventarse cada día y a hacer malabarismos para llegar a fin de mes. El que ha estado sólo y está habituado a ser solidario con el prójimo, a arrimar el hombro por el bien común.

Y es esa solidaridad la que nos lleva a ser más responsables y cuidadosos ante esta pandemia. Extremando el cuidado a nuestros mayores, aplazando para tiempos mejores los abrazos a los nuestros que tanto añoramos y siendo respetuosos en las medidas y las distancias.

Un ingenio andaluz que también nos permitirá caminar con paso firme en la vía de regreso hacia nuestra antigua vida, un camino en el que iremos dejando atrás poco a poco la crisis económica derivada de esta pandemia.

En definitiva, un ingenio andaluz que forma parte de nuestro propio ADN y de nuestra forma de entender la vida. Una virtud única que más pronto que tarde nos permitirá alcanzar el liderazgo como pueblo, que permitirá tomar en nuestra tierra las decisiones que nos afectan. Un ingenio andaluz que nos anima a vislumbrar el futuro en el horizonte con esperanza. La esperanza blanca y verde de #LaVíaAndaluza.

Fran Romero Portavoz del Grupo Municipal Andalucía por Sí.