Los colegios concertados de San Fernando se manifiestan contra la Ley Celaá
La Salle, Carmelitas, Compañía de María, Miramar y Liceo han alzado su voz contra la Ley Celaá, manteniendo todas las medidas de seguridad derivadas por la Covid-19, "porque son plurales, libres e iguales".
Este lunes, 18 de noviembre, los colegios concertados de San Fernando se han manifestado contra la Ley Celaá, Ley Orgánica de modificación de la LOE de 2006 y "que vulnera el derecho que se recoge en la Constitución de la libre elección de educación de los niños", aseguran.
Las comunidades educativas de los centros concertados de San Fernando, representadas por padres, alumnos, directivos, profesores y PAS, han realizado este acto a las puertas de cada centro, quienes tras guardar dos minutos de silencio, han leído un manifiesto en donde expresan el malestar ante la situación generada por la más que posible aprobación de esta Ley y el deseo de continuar con la pluralidad del sistema educativo actual.
Los centros, La Salle, Carmelitas, Miramar, Compañía de María y Liceo, bajo el lema Stop Ley Celaá, y tras la convocatoria de la Plataforma Más plurales, Más Libres, Más Iguales, se han hecho visible en la ciudad, en un acto que ha unido a patronales, asociaciones de padres y madres y sindicatos, al objeto de frenar esta controvertida y polémica Ley (Lomloe), que atenta gravemente contra la libertad de enseñanza y que se postula en favor de un control político de la educación.
"Las consecuencias de esta Ley pueden ser letales para la enseñanza concertada, una educación de gran tradición y prestigio y que fomenta valores éticos, filosóficos o religiosos que contribuyen a la formación global del ser humano, siendo un modelo educativo elegido por un amplio sector de nuestra sociedad.
Una Ley en donde no se han tenido en cuenta a los agentes sociales de la educación y que se realiza en un momento muy poco oportuno ante la situación por la que atravesamos", manifiestan.
El derecho a la educación es algo legítimo en la sociedad y es el Estado quien debe velar por su buen funcionamiento. De esta manera, la concertada convive con la enseñanza pública sirviendo de enriquecimiento cultural, social e integrador de ambas.
Manifiesto
La reforma de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE) es fuertemente intervencionista, promueve la restricción de derechos y libertades ciudadanas y atenta contra la pluralidad de nuestro sistema educativo que es clave en una sociedad democrática. Es una reforma que conduce hacia el dominio sistémico del Estado, dotando a las Administraciones con facultades cada vez más amplias en detrimento de las familias como primeras educadoras de sus hijos. La Lomloe permite distribuir a los alumnos por centros reduciendo significativamente la elección educativa de sus padres, un derecho avalado por la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Se inventa un derecho a la educación pública -cuando el derecho reconocido en la Constitución es el derecho a la educación-; la enfrenta al modelo de educación concertada, ampliamente implantado en Europa, rompiendo la complementariedad de redes recogida en la Constitución; devalúa la enseñanza de la asignatura de Religión en la escuela aplicando un laicismo impropio y pone en duda la supervivencia de los centros de educación especial, entre otros aspectos.
Por todo ello, gran diversidad de entidades y colectivos ciudadanos de docentes, familias, alumnos y titulares de centros pedimos la protección y la continuidad de la pluralidad de nuestro sistema educativo actual, puesto que:
- La sociedad española es diversa y democrática. Fundamenta su convivencia sobre los valores de la tolerancia y la participación. Por ello, la escuela más adecuada para una sociedad como la nuestra debe ser una escuela también plural, gratuita y universal. Esto sólo es posible si hay una diversidad de escuelas con proyectos educativos y pedagógicos propios y autonomía de los centros para dotarse de ellos y ponerlos en práctica.
- La enseñanza concertada posibilita un modelo plural, heterogéneo e inclusivo. Deseamos una educación pública plural y de calidad, pero eso no se logra legislando contra la enseñanza concertada y su diversidad de proyectos. La hostilidad que manifiesta la Lomloe hacia la enseñanza concertada crea un escenario de desigualdad de oportunidades para las familias que desean una enseñanza plural asequible a todos.
- Defendemos la pacífica y armónica convivencia de las tres redes: pública, privada concertada y privada. No aceptamos que la Lomloe permita a las autoridades educativas imponer la distribución del alumnado basada en la planificación arbitraria de la Administración por encima de necesidades reales de escolarización manifestadas por las familias.
- El Estado tiene igualmente la obligación de financiar adecuadamente los centros educativos públicos y concertados para garantizar la gratuidad real de ambos. Y esta financiación, respetando la naturaleza e idiosincrasia de cada red de centros, debe cubrir sus necesidades materiales y sus recursos humanos en igualdad de condiciones, pues ambas redes deben prestar un servicio educativo de igual calidad al alcance de todos.
- A través del control político de la educación, estamos asistiendo también a una agresión a la libertad de conciencia en favor de la imposición de una ideología laicista impropia de un Estado no confesional. La asignatura de Religión, que se cursa con absoluta normalidad en casi todos los países europeos, es una opción mayoritaria de las familias españolas que la eligen libre y voluntariamente cada año y cuya voluntad debe ser respetada.
- La intrusión en la Lomloe de un concepto de inclusión radical conduce a los actuales centros de educación especial a su desaparición a pesar de contar con un alto grado de satisfacción de las familias que escolarizan allí a sus hijos. Pedimos al Gobierno una dotación suficiente de recursos para atender a los alumnos con discapacidad en los centros ordinarios y en los colegios de educación especial.
- La pluralidad educativa, la libertad de elección de centro y la formación en los valores éticos, filosóficos o religiosos contribuyen a un mejor rendimiento y desarrollo integral de la persona. La identificación de las familias con el proyecto educativo elegido favorece una mayor implicación en la educación de sus hijos, y las evidencias demuestran que una mayor implicación familiar está relacionada con un mejor rendimiento escolar, especialmente de los más desfavorecidos.
Porque a todos los centros, familias, docentes y alumnos, nos une el mismo objetivo: un sistema educativo más equitativo, de calidad y que contribuya a una sociedad mejor.