Publicado el: Mar, 21 Abr, 2020
Actualidad

La naturaleza regaló al cielo de San Fernando dos bellos arcoíris durante el confinamiento

Uno de los dos arcoiris. Foto. Carlos Juan Carlos Rodríguez Rivero 2020.

Muchos han sido los isleños que desde sus casas han podido observar dos arcoiris poco antes de anochecer.

La tarde de ayer fue más gris de lo normal, dieron las 20 hs y no cesaba de llover, por lo que fue menor el número de vecinos que salieron a aplaudir para agradecer un día más la labor sanitaria en estos tiempos de pandemia.

El lunes 20 de abril del 2020 a las 20:20 horas, la naturaleza le regaló a la Bahía de Cádiz una de las estampas y fenómenos meteorológicos más bellos y que muchas familias disfrutaron desconectando por un instante de su situación particular, momentos duros que están viendo, sin duda bellos colores de esperanza.

Por un momento las redes sociales de los cañaíllas se iluminaron únicamente con los bellos colores de los arcoíris. Simbología que desde que comenzó el confinamiento se muestra en la mayoría de los hogares. Los más pequeños de la casa dibujaron y pegaron a sus ventanas o balcones diferentes mensajes solidarios para llevar mejor el confinamiento junto a bellos arcoiris.

El sexto lunes del estado de alarma no solo hubo arcoiris en las ventanas de los hogares, también estuvieron en las ventanas de los muros de las redes de la mayoría de los isleños y en muchas ocasiones junto a la frase "después de la tormenta siempre llega la calma".

Dos regalos que la naturaleza ofreció tan sólo con dos elementos básicos como son luz del sol y las gotas de agua. Uno por encima del otro y con los colores cambiados de orden.

De todos es sabido que la luz del sol es blanca, pero no es verdaderamente un solo color, es la suma de muchas tobalidades que bajo ciertas condiciones atmosféricas se separan y es cuándo podemos observar el abanico de colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta. Para que ocurra este fenómeno y de lugar la separación de dichos colores, el rayo solar ha de cruzar del aire al agua. Es un fenómeno que se puede ver si se está posicionado de espaldas al sol y esté lloviendo, momento en el que todas esas gotas harán una cortina, una pantalla natural dónde se reflejarán los rayos del sol.

En el caso del arcoiris más grande, el de los colores más vivos y brillantes, el color rojo se curva menos y el violeta es el color superior. Un rayo de luz solar penetra en la mitad superior de la gota, una parte se refleja y se pierde pero el resto accede al interior de la gota y al pasar del aire al agua, el rayo cambia de dirección.

El segundo arcoiris que se pudo ver, fue más débil con los colores más ténues y se posicionó arriba del más grande siendo invertidos los colores, el violeta arriba y el rojo abajo, debido a que en esta ocasión en cada rebote se pierde energía y el ángulo de salida es mayor.

Cabe destacar que cuando se observan los dos arcoiris hay un tercer fenómeno atmosférico no tan conocido, se trata de la 'Zona Oscura de Alejandro', que no es otra que es el espacio que existe entre ambos arcoiris. El cielo en esa parte se ve muchísimo más oscuro debido a los rebotes de dentro de cada gota que dejan un ángulo muerto sin luz.

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