Mejor un bozal
Estamos en Febrero, eso en San Fernando y en el resto de la provincia gaditana significa carnaval. Con estas fiestas llega el COAC, y como siempre, las polémicas.
Parece que estamos en una sociedad que le da pavor los derechos fundamentales, tales como la libertad de expresión y de pensamiento. Quizás algunos añoran épocas pasadas, pero por suerte estamos en el 2020 y, de momento, podemos escribir sin miedo a que nos tiemble el pulso.
Es curioso cómo la gente clama al cielo por lo que se expone en un concurso; que aunque lo intenten tildar como mundialmente famoso, es como mucho autonómico; y no por las injusticias diarias.
Obviamente los derechos tienen límites, pero creo que volvemos al eterno debate, ¿tiene límites el humor? Parece que sí, porque varios humoristas se han visto envueltos en ciertas polémicas por sus monólogos, y a nivel de carnaval, aún recuerdo cómo a cierta agrupación le intentaron multar por su actuación.
En esta ocasión la chirigota ha generado expectación, o al menos la broma ha obtenido muchísima repercusión. El capillismo ilustrado ha querido alzar la voz por algo que ve ofensivo y soez. Para gustos colores, y creo que no ha insultado a nadie la chirigota del Cascana.
Parece que opinar, hoy en día, es considerado un deporte de riesgo. Se puede ofender con mucha facilidad y los ataques llegarán de manera justificada. Igual que se es libre para opinar se es libre para debatir, pero creo que siempre desde el respeto.
Igual es que ofende ver a dos personas con diversidad funcional interpretando papeles santos, igual es la puesta en escena imitando dos procesiones, o es la insinuación de que existen capillitas homosexuales… No sé dónde está la ofensa. Todo es una actuación y una mofa.
Si se prestara más atención en las letras que en el titular, quizá se viera que la soberbia contra la semana santa se reduce a la presentación y a parte del popurrí. El resto, a otros temas de actualidad.
Luego se ha leído que es una ofensa contra la creencia religiosa, en ningún momento se meten con la fe de nadie. Nos gusta hacer sangre de lo que no hay, y creo que algunos deben de echarle más tabaco al cigarro.
Si empezamos a poner bozal por un tema, en este caso las procesiones, esto se extenderá a otros temas, y al final, el concurso y nuestra libertad de expresión desaparecerá.