Vendiendo meteoritos para financiar ciencia
¿Han visto alguna vez un meteorito de cerca? ¿Sabían que, de vez en cuando, llegan hasta el planeta Tierra fragmentos de la Luna en forma de meteoritos?
Tener muestras de otros cuerpos celestes es una manera muy eficiente de estudiar la historia del Sistema Solar, ya que con análisis geológicos de meteoritos, los científicos pueden completar pieza a pieza el puzzle de la historia del “barrio cósmico”. Pero financiar las expediciones para buscar estos fragmentos y la maquinaria necesaria para analizarlos, no es barato.
Esto lo sabe muy bien el isleño Ángel Molina, a través de su web “El Diario del Astrónomo”, ha puesto en marcha una campaña para financiar estas investigaciones al mismo tiempo que acerca estos meteoritos al público general.
En colaboración con la Sociedad Andaluza de Astrogeología (ExoEstrato), ha comenzado a comercializar por internet fragmentos de meteoritos, permitiendo a cualquier persona del mundo hacerse con un verdadero fragmento del cosmos a un precio asequible y con certificado de autenticidad.
Según el propio Ángel, “vender fragmentos sobrantes de análisis o demasiado pequeños como para tener valor científico es una magnífica idea para conseguir financiar a entidades como ExoEstrato, al mismo tiempo que podemos estimular la vena científica de grandes y pequeños dándoles la oportunidad de tener en casa, por ejemplo, un trocito de nuestra Luna”.
En su página web, Ángel y su equipo recalcan que todos los fragmentos se comercializan bajo un estricto código geoético, que se asegura de que las piezas tengan el tamaño adecuado para la venta, evitándose así que se comercialicen meteoritos aptos para análisis o cuya procedencia sea susceptible de no ser ética o legal.
Actualmente disponen de varias piezas que van desde colgantes con una lámina del meteorito Seymchan hasta un fragmento lunar, pasando por meteoritos rocosos provenientes del cinturón de asteroides o un auténtico fragmento de Campo del Cielo, un bólido de hierro y níquel que explotó sobre el cielo de Argentina hace 4.000 años.
El pago de estas piezas se realiza mediante PayPal, a través de la web. Así mismo, los fragmentos viajan acompañados de su certificado de autenticidad y una carta dedicada “para hacerlo aún más especial”.