Publicado el: Mié, 23 Oct, 2019
Eventos

San Fernando entre las 40 ciudades españolas que apoyarán este jueves a las personas sin hogar

Como cada año el próximo jueves 24 de octubre, a las 12:00 horas, las plazas y ciudades de unas 40 ciudades de toda España acogerán actos de calle simultáneos, en el que participarán las propias personas sin hogar y ciudadanos de a pie para recordar que acabar con el sinhogarismo es posible, imprescindible y urgente. Cáritas Diocesana de Cádiz Diócesis este año ha escogido la ciudad de San Fernando para realizar el acto central y será la Alameda Moreno de Guerra de San Fernando el lugar elegido para acoger las diferentes actividades que se llevarán a cabo. Entre los actos se procederá a la lectura de un Manifiesto común redactado por las personas sin hogar.

 

A nivel nacional Cáritas llama a «poner cara» a las personas sin hogar para visibilizar su realidad

La mirada fija de Sara, una mujer sin hogar de 41 años, es la que se asoma, junto al lema "Ponle cara", a los carteles diseñados para la Jornada de Personas Sin Hogar que se celebra el 27 de octubre con el objetivo de impulsar en toda la ciudadanía la toma de conciencia sobre la realidad de exclusión social extrema de estas personas. Una situación que, lejos de remitir, se ha agravado en los últimos años y que tiene sus raíces en un modelo socioeconómico generador de descarte y expulsiones que tiene su mayor impacto en las personas sin hogar.

Al elegir como imagen de la campaña de este año un rostro femenino se quiere destacar cómo el problema del sinhogarismo afecta doblemente a las mujeres, quienes junto a una menor visibilidad en la calle, son mucho más vulnerables a sufrir agresiones y situaciones de violencia.

El Informe FOESSA sobre Exclusión y Desarrollo Social en Andalucía, que presentó Cáritas Andalucía el pasado 1 de octubre, concluía que un millón y medio de personas (1 de cada 5) se encuentra en situación de exclusión social en nuestra comunidad autónoma. Es lo que denominamos la sociedad estancada. Dentro  de  este  grupo,  760.000  personas,  el  9,2%,  acumulan  tantos  problemas  en  la  vida  diaria  que  les  impiden tener un proyecto vital mínimamente estructurado, están situación de exclusión social severa. Son el grupo sobre el que se ceba la desigualdad y la precariedad en sus diferentes formas.  Y en el extremo de esta exclusión, se encuentra lo que podríamos llamar la sociedad expulsada, una situación en la que se encuentra el 3,8% de la población, más de 300.000 personas que han sido olvidadas por la sociedad y que acumulan tal cantidad de problemas y dificultades que han sido descartadas. Las PERSONAS SIN HOGAR son un claro ejemplo de esta sociedad expulsada. Con este mapa general que el Informe FOESSA nos muestra de la actualidad social, presentamos la campaña por las Personas Sin Hogar, que este año nos hace decir ¡BASTA! y ponerle cara a una situación que afecta a  personas  que  tienen  rostro,  nombre  y  apellidos,  y  el  deseo  de  alcanzar  una  vida  mejor,  como  la  que  nos  gustaría vivir a todos. Necesitamos mirar esta realidad de frente y visibilizarlo, quitar la capa de invisibilidad que la sociedad les pone. El rostro del sinhogarismo y la acción de Cáritas.

 

El rostro del sinhogarismo y la acción de Cáritas

Cáritas atendió en Andalucía a más de 7000 personas sin hogar a través de sus recursos. Si bien existen varios perfiles, el acompañamiento que la institución realizó durante el pasado año ha permitido esbozar una imagen aproximada de la persona que habitualmente se encuentra en situación de sin hogar que nos muestra a un hombre español soltero o viudo, de entre 36 y 60 años, con estudios primarios y que lleva más de dos años viviendo en la calle y en el 20% de los casos, más de 5 años.  Desde Cáritas en Andalucía se trabaja por la atención integral de la persona intentando adaptar sus servicios y procesos a la situación en la que se encuentre. Así, las Personas sin Hogar acceden desde la entidad a diferentes tipos de ayuda como acciones de asistencia y prevención, o procesos de acompañamiento que tienen como fin último la recuperación de la inclusión plena en la sociedad.  De esta forma, Cáritas Andalucía pone al servicio de este colectivo un total de 35 recursos:9 proyectos de atención en calle, 2 proyectos de atención en asentamientos, 2 albergues, 7 centros de día, 8 centros residenciales, 6 pisos tutelados y 1 dispositivo de emergencia (Ola de frío). Prestaron su servicio más de 900 voluntarios y voluntarias y 144 personas contratadas, destinados en exclusividad a la atención y acompañamiento de personas en situación de sin hogar.  En  cuanto  a  la  inversión  económica,  durante  el  pasado  año  Cáritas  invirtió  en  la  comunidad  4,6  millones  de euros para el mantenimiento de la red de centros, servicios y recursos de atención a las situaciones de sinhogarismo. De estos recursos, un 35% procede de fondos propios de las distintas Cáritas y un 65% de fondos públicos.

 

La importancia de la prevención

Según se desprende del II Informe FOESSA, la vivienda es un motor elemental de la desigualdad y un factor clave en  las  dinámicas  de  exclusión  social.  El  acceso  a  una  vivienda  digna  se  ha  convertido  en  un  derecho  inaccesible  para  muchas  familias  que  sufren  la  inseguridad  y  la  inadecuación  de  su  hogar,  y  una  influencia notable sobre los recursos económicos, sobre el estado de salud y sobre los proyectos vitales de los más jóvenes.

  • En Andalucía, 226.000 personas viven con la incertidumbre de quedarse sin vivienda.
  • El  9%  de  la  población  (750.000  personas)  vive  bajo  el  umbral  de  la  pobreza  severa  una  vez  descontados los gastos o deudas relacionadas con el pago de la vivienda y los suministros de la misma.
  • El 5% de la población ha recibido avisos de cortes de los suministros de la vivienda, producidos por las dificultades económicas.

La prevención consiste esencialmente en anticiparse a que las personas se queden en situación de calle mediante programas que refuercen los recursos con los que cuentan (económicos, sociales, relacionales, institucionales, psicológicos y motivacionales) evitando, de ese modo, que pierdan su casa y mejorando su situación personal. En este sentido, la lucha por la prevención, a través de las Cáritas parroquiales de Andalucía, supuso un gasto superior a 2,5 millones de euros en ayudas relacionadas con la vivienda (alquileres, hipotecas, rehabilitación, agua, luz y gas).

Se necesita de una mirada global que aborde el problema de acceso a la vivienda, teniendo como referencia las  causas  de  fondo,  que  tienen  que  ver  con  la  precariedad  laboral  y  salarial,  la  falta  de  protección  social,  el  desbordamiento  de  los  servicios  sociales,  la  falta  de  coordinación  entre  administraciones  públicas  y  por  supuesto, la falta de un parque público de vivienda de alquiler social adecuado. Todo ello relacionado con la voluntad, la responsabilidad social y las políticas públicas.

Según el Informe FOESSA de Andalucía, el gasto en prestaciones sociales en nuestra región es notablemente inferior  al  del  Estado,  y  en  determinadas  prestaciones  destinadas  a  los  más  vulnerables,  como  es  la  renta  mínima. La cobertura de la prestación es inferior al 20% de la población en pobreza severa, y la cuantía de las mismas continúa siendo insuficiente para garantizar unas condiciones de vida mínimas. Es necesario que este tipo de ayudas estén al alcance de las personas que lo necesitan, sean conocidas por ellas y por el personal responsable de adjudicarla, que no se demoren en el tiempo y en la dificultad burocrática que ahora suponen, en definitiva, que se apliquen con eficacia para frenar situaciones que, sin ellas, pueden desembocar irremediablemente en una desprotección social absoluta.

 

¿Qué proponemos?

Cáritas, a través de la campaña "Nadie Sin Hogar", quiere decir "basta" a las dificultades que se encuentran cada día las personas que viven situaciones de sinhogarismo para acceder y ejercer sus derechos. Tenemos presente que es posible desarrollar acciones y políticas de prevención de situaciones que desembocan en calle, siempre y cuando exista mejor voluntad política e institucional desde las administraciones públicas y las entidades del tercer sector de acción social.

El informe FOESSA al que hemos aludido deja claro que elementos como la vivienda, el empleo, el acceso a la salud, la participación en el espacio social más inmediato o las redes familiares son elementos fundamentales a la hora de revertir o agravar posibles circuitos de exclusión social severa. De esta manera, y poniendo el foco en las 226.000 personas en situación de vivienda insegura en Andalucía y las 433.000 que tienen vivienda inadecuada (Informe FOESSA Andalucía 2018),

 

Cáritas propone: 

  • A las administraciones públicas, el desarrollo de políticas públicas de prevención del sinhogarismo reales y eficaces:
  • Impulsando  medidas  de  acceso  a  vivienda  pública  de  alquiler  social,  ofreciendo  alternativas  en  este  sentido cuando se den procesos de pérdida de alojamiento.
  • Potenciando las empresas de inserción, como medida de prevención a desempleados de larga duración o con bajas posibilidades en su empleabilidad.
  • Mejorando los protocolos de salida de espacios como prisión u hospital.
  • Aplicando dotación suficiente para atender a las solicitudes de Renta Mínima de Inserción que se tramiten, además de no disminuir las partidas presupuestarias dedicadas a la cuantía de la misma.
  • A las entidades sociales, la creación de mayores espacios de coordinación y trabajo en red para avanzar en las respuestas integrales que impidan el agravamiento de las situaciones descritas.
  • A los medios de comunicación, información sensible y no estereotipada, incluyendo el discurso, la narrativa y la participación de personas afectadas por el sinhogarismo.
  • A la ciudadanía, un cambio en la mirada y un acercamiento a las personas sin hogar con las que se cruza cada día, intentando:

o    Mostrar interés y cercanía ante las situaciones de amenaza de la pérdida de vivienda de personas cercanas, orientando o acompañando hacia la ayuda pertinente.

o    En situación de arrendamiento de vivienda, valorar factores que no sólo comprendan el lucro.

o    Participar en las asociaciones y movimientos asociativos del barrio, sacando a debate y reflexión la situación de familias con amenaza de desahucio.

o    Dentro del tejido empresarial, fomentar el trabajo decente.  Promover la tolerancia, loa inclusión y el compromiso con nuestra realidad más cercana: barrios, escuelas, comercios, familias...

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