Sueños de Menta
Hoy 11 de noviembre, hace un mes que nos dejó "El Pijote". Muchas tardes, bastantes, llegaba a la Venta, la de Vargas y se ponía a hablar con mi padre, Joselito Picardo. Que si ese cantaor valía, que aquel no tenía metal, que el otro no transmitía, y mientras me mandaba por un vaso de Casera blanca, “que era lo que mejor le quitaba la sed”. Otras veces nos traía el pescado de Antoñín “El Caña” y zampaba dos besos a quien se encontraba en el camino. “El Pijote” era bueno, pero no por haber fallecido, era buena persona, tenía buen fondo. Y no es de extrañar, el apellido Monje es sinónimo de bondad, de cariño, de amistad y Jesús rebosaba de todo lo bueno que tiene esa magnífica familia.
Jesús Monje Cruz, hermano de Camarón, falleció el pasado 11 de octubre, nos dejaba a eso de las doce del mediodía, lo hacía tras una larga enfermedad, de esas que cada vez se hace más protagonista de nuestras vidas, el cáncer. Sus hermanas Remedio e Isabel montaron guardia junto a su hermano y estuvieron a su vera hasta su último suspiro. El doctor que atendió sus últimos días de vida habla de un amor extremo entre hermanos, de unos cuidados, de unas caricias...
Lo recuerdo con María Jiménez, que fue su compañera de artisteo en el tablao sevillano de Los Gallos, cuando trajo a La Isla a un cantaor que María apadrinaba en un programa de televisión. “Israel yo te he escuchao y lo haces muy bien, pero cuando cantes no te de jindama echarlo afuera, tírate para arriba y lo que te salga”. Y parece que Israel Fernández le hizo caso y hoy en día pasea su cante por toda España. Después le cantó ese fandango con el que disfrutaba tanto y con él que alardeaba ser hermano de Camarón:
Porque dicen que soy malo/si esa no es mi condición/ soy de La Isla y tengo un don/ lo mismito que mi hermano/ que le llaman Camarón.
Camarón y Pijote, Pijote y Camarón fueron la cal y la arena de una carrera musical, los dos nacidos de la misma madre, criados en el mismo sitio, ambos con el mismo metal de voz; uno todo y el otro nada. Y no fue porque Jesús no lo intentó, pero el Olimpo flamenco estaba reservado para José y listo. No obstante, “El Pijote” tuvo presencia en los tablaos de Madrid, en las compañías, en festivales, pero ser hermano del mejor cantaor de todos los tiempos era difícil y más si te movías en el mismo espectro artístico que él.
Antonio Arenas, el mismísimo que grabó el primer disco a Camarón, cuando el rubio de las callejuelas, no se si llegaba a los diecisiete años y que incluía a Chato de La Isla y Turronero; y que ha quedado para la historia como el primer guitarrista que participa en una grabación de estudio con Camarón, lo intentó con “El Pijote” tras morir José, “Quejío a mi hermano Camarón” y con “Viento de Menta” como copla principal. Pero aquello no rompió, no obstante aquella letra quedó siempre en nuestra memoria porque Jesús habitualmente nos la tarareaba cuando soñaba que cualquier día triunfaría, que le daría el pase al mundo de los grandes...
«Navegaré en un viento de menta y al sur de la tormenta mi voz se quebrará; para soñar prefiero un horizonte que esté cargao de monte, que esté cargao de mar».
El hijo de “El Pijote” llamado Luis es un buen palmero y cada día se lo rifan más los cantaores y bailaores, es más, uno de los cantaores más solicitados del planeta flamenco, Alonso Nuñez “Rancapino Chico”, lo lleva en su espectáculo. Ya en agosto, actuó en cuadro flamenco de Lidia Cabello y Jesús Carrillo en la Venta y nos decía que los pronósticos de su padre eran desfavorables y que ese veneno de enfermedad se había ramificado y se había vuelto incontrolable. Nos lo decía con dos lágrimas como garbanzos sobre su cara como no creyéndoselo, como no esperando perder a su padre que al morir su madre hace unos años, se le había vuelto imprescindible.
Tras el velatorio el cuerpo de Jesús fue llevado al cementerio de La Isla y como cosas que dirige el destino “El Pijote” descansará junto a su hermano “Camarón”, a dos metros y su familia ha querido que su madre Juana esté con él. Además los dos hermanos Picardo, José y Lolo estarán muy cerca de ellos, como compartiendo su amistad eternamente.