Gestión de la información
Entre la noticia de la sentencia de Urdangarin y el anuncio de seguros de autos con el mapa del tiempo de fondo, siempre quedan diez segundos de hueco en el telediario para comentar de pasada sucesos sin importancia. Tales como el último vídeo viral de Youtube de un chaval bailando el “Chic para mí”, el comentario desafortunado de Mercedes Milá a un bioquímico o el descubrimiento de los siete nuevos exoplanetas anunciados por la NASA.
Ese último espacio que se utiliza para las noticias de medio pelo en el que el presentador va narrando con cara de tener prisas o estar deseando quitarse trabajo del medio lo antes posible. Diez segundos, ni uno más, invirtieron para decir que se ha descubierto un nuevo sistema estelar con siete planetas similares en tamaño al nuestro, con altas posibilidades de albergar agua líquida en su superficie, tal y tal.
Uno, entonces, mientras se calienta la cacerola en la cocina, busca en el móvil y lee alguno de los artículos que hablan al respecto. Por conocer un poco más sobre el tema y no quedarse con la escueta información de la caja boba.
Estos siete mundos, que orbitan a una distancia relativamente cercana a la Tierra alrededor de la estrella Trappist-1, tienen el potencial de albergar agua líquida en su superficie. Esto lleva a pensar que la Vía Láctea puede estar repleta de mundos semejantes en algunos aspectos al nuestro. Y si hablamos de similitudes, resaltamos, por ejemplo, el tamaño. Los siete planetas que giran en torno a la estrella fría y de poca masa tienen una dimensión que oscila entre un 25% más pequeños y un 10% más grandes que la Tierra. Además, la masa tiene muchas posibilidades de ser rocosa, como la nuestra, oigan.
Por esta razón, uno de los objetivos del telescopio espacial de la NASA (James Webb), que se lanzará el año que viene, y de otros instrumentos que entrarán en funcionamiento en el futuro, será detectar si hay atmósfera o no en estos planetas.
Ladrillazo del quince para el que no le interese, lo sé. Pero no podrán venir ahora a quejarse de que os bombardeen con información así, sin venir a cuento. Porque eso es lo que hacen con nosotros continuamente, sin llegar a ser conspiranoico ni exagerado, es de justicia recordar que hay una serie de señores de corbata y bolsillo ancho que se sientan a organizar y cribar la información, a darle 5 minutos de tiempo en el telediario a la lesión de Cristiano y segundos insignificantes al progreso científico. Cadenas privadas, noticias en las cuales confiamos nuestro día a día sin acordarnos de que provienen de empresas, al fin y al cabo.
Os meto esta información del universo por la cara, con calzador, os invado con datos que quizás no veníais a buscar aquí. Como que las principales diferencias entre esos nuevos planetas y el nuestro es la distancia con su estrella, proximidad que hace que probablemente se vean afectados por un fenómeno que se conoce como acoplamiento de marea, que hace que sólo muestren una misma cara a la estrella, así como ocurre con la Luna y la Tierra. Esto podría significar que en cada mitad de los siete planetas es constantemente de día o de noche.
Según la NASA, esta división implica patrones climáticos completamente diferentes a los de la Tierra: se producirían vientos fuertes en la zona donde es de día que se dirigirían hacia el lado oscuro, y habría un contraste extremo de temperaturas entre ambos sectores.
Información gratuita, para el que le interese.
A mí tampoco me importa si Katty Perry se ha hecho un selfie con un corte de pelo radical o si los hinchas del Nápoles cantaron toda la noche enfrente del hotel del Real Madrid. Pero información como esta me la trago todos los días mientras almuerzo en el salón de mi casa, mientras mastico, mientras digiero lo que cuatro peces gordos han decidido que tengo que ver.