(III). Amar queriendo, queriendo amar
Muy buenas, tras ver los dos anteriores capítulos sobre el amor, (enlaces capitulo I, capitulo II) desde una perspectiva como de “psicología callejera”, por llamarlo de algún modo y recordar a los lectores, que es la opinión que toca del retal y ver el amor desde un punto de vista, donde no quiero, ni necesito que piensen como yo, me den la razón o quiera abrir un debate, hoy hablaremos a petición de algunos seguidores, a los que agradezco que me sigan y que les gusten estos temas románticos, otro tipo de relaciones.
vimos las verdaderas, que llevan años conviviendo juntos en una armonía y felicidad envidiosa; vimos los que creen estar enamorados pero es una cuestión del cerebro que es como una marea tal como viene y se va, ya que es el cerebro el que crea esas sustancias para que revoloteen las mariposas en la barriga; un tercer amor que eran los que no podían dar porque estaban vacíos de amor y si uno no se quiere a sí mismo primero, es imposible que quiera o ame a nadie ( si uno no ha estado en Checoslovaquia, no puede saber a qué huele Checoslovaquia) y hoy vamos a ver otro tipo de amor el que se trabaja.
Es esa típica persona hombre o mujer que da igual en cuál de los estados anteriores se encuentre, se tomas las cosas de una forma equilibrada, eso para mí da mucho porcentaje de probabilidad en que todo funcione. Si estamos en el estado primero, la pareja perfecta no hay nada que decir, es una cuestión de equilibrios, me centro más en los otros estados. El segundo estado es el que hablamos de los efectos del cerebro adrenalina, dopamina, etc. la persona que deja poner todo el peso de su circunstancia emocional y deja que estas sustancias, sean las responsables de soportar todo el peso de la relación, esto es muy probable que esté predestinado al fracaso, no podemos dejar que los extremos nos controlen, tenemos que ser dueños de nosotros mismos, los efectos en la otra persona pueden ser desfavorables, es lo que solemos definir cómo“es que yo estoy dando mucho más que tú en esta relación”, pero a ver detengámonos; el amor, no puede medir cuanto damos de amor hacia el otro, o cuanto amor recibo del otro, eso es contradictorio, el amor es regalar entonces,qué más da cuanto sienta por mí, si en verdad siente. Debemos ser maduros y confiar en la otra persona, debemos ser listos y saber que no está jugando con nosotros, si esto es así y no dejamos todo en manos del enamoramiento (dopamina), porque siento mucho por ti y puedes hacer conmigo todo lo que quieras, eso no es quererse y eso no es tener equilibrio, nadie debe hacer contigo lo que quiera y eso no es amar, porque tú debes de ir antes. No debes de dejar que las sustancias nos dominen, ya sé que es difícil, lo sé de sobra, soy un experto en extremos, pero quizás sea por eso, por lo que aún no tengo descendencia, o no haya formado un hogar familiar, ahí lo dejo. (contianuará)