“XXX: REACTIVADO” (3 Puntuación)

Vin Diesel retoma el personaje que tan bien funcionó en taquilla hace ya quince años y nos “regala” una secuela forzada, tardía e innecesaria.

A años luz de las grandes películas del género “XXX: Reactivado” se nos presenta como un mero producto “palomitero” al calor de las inmensas taquillas del protagonista junto a la pandilla de “Fast and Furious”. Aquí la imaginación brilla por su ausencia, se deja de lado la posibilidad de contar no ya una buena historia sino algo meramente coherente.

Entre escenas de acción delirantes, esta especie de “Bond de barrio” intenta aturdir más que entretener, ofreciendo un espectáculo a menudo grotesco y, lo que es más grave, aburrido.

Poco en claro puede sacarse de este producto, más que la ansiada conquista de la taquilla… pero el público no siempre pica el anzuelo y se deja impresionar fácilmente.

“XXX: Reactivado” ni siquiera iguala a su primera entrega, y ya es decir, dejándonos la sensación de que cualquier tiempo pasado fue mejor… así que corramos a la videoteca y recuperemos films como “Acorralado”, “Depredador” o “Jungla de cristal” para reconciliarnos con este maravilloso género.

“UNDERWORLD: GUERRAS DE SANGRE” (2 Puntuación)

La enésima secuela de la saga “Underworld” regresa para recordarnos que todavía existe serie “B” que llega a nuestros cines. Por si no hubiera sido poca la pesadez que siempre provocan estos films, aquí intentan rizar el rizo con una historia ridícula, repleta de personajes planos -¿alguna vez tuvieron empaque?- y con efectos visuales acordes a su “ajustado” presupuesto.

Ya no cuela esa especie de terror con descafeinada estética gótica de las primeras entregas, porque aquí se desvirtúa lo que pensábamos que ya no podría empeorar. Ni siquiera la bella y siempre eficiente Kate Beckinsale puede salvar la función del más vergonzoso desaguisado y entre patadas, luchas y saltos varios hace lo que puede para justificar su salario.

“Underworld: Guerras de sangre” es una oda al despropósito, tan infame que ni siquiera se toma en serio a sí misma… y lo que es peor, al espectador. Deseamos fervientemente todos aquellos que la hemos sufrido, que sea la última entrega de una olvidable saga…