“UN MONSTRUO VIENE A VERME”   (Puntuación 7)

Mucho se esperaba del nuevo prodigio de nuestro cine tras los enormes éxitos de “El orfanato” y “Lo imposible”, pero el resultado final deja cierto sabor agridulce.

En principio poco se le puede reprochar a Bayona en cuanto a la estructura formal del film ya que la historia en su primera parte está narrada con fluidez y atrevimiento, huyendo de los convencionalismos, hasta que se topa con un escollo que no sabe sortear con habilidad.

El gran error del director es no saber afrontar el tema central de la historia sin caer en la sensiblería, lo que lastra el resultado final. Traicionando el género al que pertenece, opta por un festín lacrimógeno bastante plano y algo tramposo que lejos de emocionar provoca frialdad.

“Un monstruo viene a verme” deja la inquietante sensación de haber sido testigos de un film con un precioso envoltorio pero vacío en su contenido.

“INFERNO”   (Puntuación 6)

Tras la estupenda “El código Da Vinci” y la entretenidísima “Ángeles y demonios” nos llega la nueva entrega de las peripecias de Robert Langdon, basadas en los “bestsellers” de Dan Brown.

Y tras verla espero que sea la última adaptación llevada al cine de este personaje porque se ha convertido en uno de los films más anodinos y decepcionantes en lo que va de año.

La rutinaria narración de Ron Howard anula el factor sorpresa esperado en este tipo de películas. El ingenio que demanda el espectador desaparece entre un absurdo y previsible entramado argumental sobre la propagación de un virus que, visto lo visto, tiene que ser el del sopor más absoluto.

Ni un siempre solvente Tom Hanks puede arreglar semejante desaguisado marcado por un director que afronta esta producción como un mero producto alimenticio, exasperantemente plano.