(XX.I) La Isla y las Hermandades del Viernes Santo
… Viene del artículo anterior… Esta Venerable Hermandad, pone especial énfasis en las celebraciones de sus cultos tanto los internos como los externos, que los revisten de la máxima solemnidad a su alcance y en cuanto a los externos decir qué, su actual y espectacular Paso del Señor Yacente en su magnífica Urna, va camino de convertirse en una joya y aunque se estrenó en 1995 y naturalmente dado su coste y la ambición del proyecto todavía no está acabado, según el diseño de José Manuel Bonilla, hecho en madera de ébano en la extraordinaria carpintería sevillana de Francisco Bailac y la orfebrería en plata a cargo de otro artista sevillano, Jesús Domínguez Machuca y su estilo obedece al movimiento ‘manierista’ que es una variedad renacentista que alcanzó su mayor esplendor a finales del Siglo XVI y principio del XVII y está basado en dos auténticas joyas de la orfebrería en dichos estilos como el de la Urna de Santa Leocadia de la Catedral Primada de Toledo de 1953 y el Arca del Monumento del Jueves Santo del Convento de Santa Inés de Sevilla en cuya consecución se ve la intención y el espíritu de su Junta de Gobierno, que llevó a cabo su proyecto.
El impresionante y espectacular Paso se ilumina con cuatro artísticos faroles rematados con un pináculo, símbolo del amor y sobre el canasto está previsto que aparezcan unas cabezas de ángeles, así como unos jarrones con flores de orfebrería y cristal de roca y los respiraderos también está previstos que sean de sugestivos motivos con la tipología de cartelas. Paso que lamentablemente no pudo ser estrenado en el año del aniversario fundacional por motivo del fuerte viento reinante ese preciso día. Y no fue este el único año que esta hermandad tiene que interrumpir su salida procesional, sino también en otras ocasiones por motivo de la lluvia, no obstante haberle caído bastante agua en otras ocasiones con el agravante además de su largo itinerario desde su sede canónica de la Iglesia Conventual del Carmen a la Carrera Oficial.
El Paso de Palio es de alpaca plateada y de estilo barroco con el tradicional techo de cajón y el habitual exorno floral de los buqués en forma piramidal y fue realizado por los hijos de Juan Fernández en el año 1975. Esta adornado con terciopelo negro enriquecido con crespones y borlones en plata.
Las túnicas son negras de cola, de ruán según ya se ha comentado en párrafos anteriores y llevan un ancho fajín de esparto y últimamente se ha incorporado en su hábito un nuevo diseño que como no podía ser de otra manera lleva el sello de su total inspiración del hábito carmelitano.
Su cortejo es numeroso, pero no tanto en cuanto a sus propios hermanos e introduce una sección que portan cruces sobre sus hombros en señal de penitencia, aunque no asisten todos los que debieran dado su carácter de constituir y representar el Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo, motivo suficiente para que las corporaciones hermanas acudieran a dicho cortejo si no masivamente como en otrora, si al menos con una representación decorosa o al menos de tres hermanos en representación de cada hermandad y no como en ocasiones se contemplan solamente uno o ninguno, porque lamentablemente hay hermandades que no asisten.
Sin embargo la relación de esta hermandad con la corporación municipal es muy estrecha, incluso ésta en distintas ocasiones ha salido al paso de varias restauraciones de la hermandad y por eso desde el año 2014 el Ayuntamiento de la ciudad fue nombrado por la hermandad, hermano protector de dicha corporación penitencial y nazarena.
Desde el 1989 posee el título de carmelitana por ser parte de la familia de la Orden del Carmelo y vivir bajo la influencia y el espíritu carmelita.
Publica un boletín informativo bajo el nombre ‘’Entre Hachones’’ que distribuye entre sus hermanos, informando y recogiendo todas las vicisitudes propias de la hermandad. Por otra parte la hermandad editó un libro de cuya autoría fue, Enrique García López a la sazón entonces Secretario de la hermandad en 1995. El citado libro recoge nada menos que dos siglos de historia, desde 1795 a 1995.
Y la singularidad que ostenta esta hermandad no es otra y, cómo corresponde a sus propias característica y lo que en sí representa, se considera como una procesión oficial, con lo cual su cortejo se ve arropado y acompañado además de los eclesiásticos, cofrades y penitentes propiamente dicho como cualquier otra procesión, pero además por las representaciones y las autoridades civiles y militares, destacándose el consejo de hermandades, la corporación municipal, los jefes y oficiales militares y las representaciones de los distintos colegios profesionales que se dignen asistir a dicho cortejo convertido en esta ocasión en un entierro, pero no en un entierro cualquiera, sino nada menos que el Entierro de Nuestro Señor Jesucristo.
A este respecto y según el cambio de itinerario practicado por la hermandad en los dos últimos años, tal vez deja entrever la necesidad en mi humilde opinión, de modificar el paso por la estrechez y angostura que supone el Callejón del Capataz Nicolás Carrillo por donde discurre ahora, para efectuar su entrada en la Carrera Oficial, especialmente por la peligrosidad que representa dicha angostura en un hipotético caso de siniestro o de cualquier otro tipo de emergencia.
Esta no va más allá de ser una sana opinión muy particular, dado que realmente a la que le corresponde valorar esta opinión, será a la propia junta de gobierno de esta hermandad, la misma que tomó tal decisión acertada o no, aunque este año se enfrenta a sortear las vallas del Ayuntamiento llegado el caso.
Queda dicho con la mejor de las buenas intenciones, pero según el refrán y lo planteado en el párrafo anterior, doctores tiene la Santa Madre Iglesia o lo que viene a ser lo mismo, la actual junta de gobierno deberá tomar en su caso una lógica, coherente y buena solución.
Le deseamos a esta Real, Muy Ilustre y Venerable Hermandad, su gran impulso ya iniciado, para que nos refrende un futuro próximo lleno de aciertos en sus cultos a la mayor honra, honor y gloria a Cristo Nuestro Señor encarnado en su Cristo Yacente y el de su Bendita y Santa Madre, la Santísima Virgen del Mayor Dolor en su Soledad, de las más hermosas de las dolorosas y sufridas Vírgenes de la Isla que procesionan bajo esta advocación y -en representación luctuosa- de todas las Madre Dolorosas ante su Hijo, Redentor del Universo.