Publicado el: Jue, 23 Jun, 2016
Agenda Cultural

Manuel Caballero, un artista a caballo entre el Renacimiento Veneciano y la Pintura Metafísica

El artista y una de sus pinturas, 'El día siguiente' (2000).

El artista y una de sus pinturas, 'El día siguiente' (2000).

26 obras firmadas por el isleño a lo largo de los últimos 40 años permanecerán expuestas hasta el 15 de julio en el Palacio de la Diputación.

Los días y los trabajos. Una inversión del título de Hesíodo sirve para dar nombre a la colección artística que entre el 15 de este mes y el 15 del siguiente permanecerá expuesta en la Sala Rivadavia del Palacio de la Diputación Provincial. Su autor, el isleño Manuel Caballero, deja claro que estos 26 cuadros donados en 2014 a la dicha institución "nada tienen que ver con la obra griega más que en la conclusión de una serie de trabajos en un tiempo determinado".

Un espacio que abarca desde la década de los setenta hasta la actualidad, con una de sus series más conocidas. Es el caso de la que se inspira en el mito de La Atlántida. Porque Caballero es, además de artista pintor, licenciado en Historia del Arte y muestra fascinación por el origen legendario de los gaditanos como descendientes del reino de Tartessos, e incluso de los atlantes.

Esta temática ya se deja entrever en La Ídola, de 1973, cuando "aún estaba definiendo mi propio lenguaje pictórico". Pese a beber de lo que se estilaba entonces -el estilo informalista-, la obra no deja a un lado la figuración, representando "restos arqueológicos muy devastados por el paso del tiempo entre los que destaca una forma femenina".

A lo largo del recorrido físico por la trayectoria del artista, los visitantes contemplarán el Pop Art que éste desarrolló en la década de los ochenta. "Ya iba definiendo mi estética de la pintura", explica, fruto de una vida nocturna muy activa donde adoptó el acrílico como su técnica de 'cabecera'. El motivo es bien sencillo. "Dormía donde solía pintar, y no soportaba el olor a aguarrás necesario para la disolución del óleo". De esta agitada etapa destaca obras como Nocturno Disco y Calvario -tradicional tema bíblico visto desde la óptica pop, con el monte presidido por la cruz y rodeado de paisajes donde destacan formas simples y coloristas-.

Aunque su estilo más característico -aquel que le define en la actualidad- es la pintura metafísica. Su gran referente, Giorgio de Chirico y, muy especialmente, su obra La musas inquietantes. "La estudié, la versioné y siempre la tengo presente por el misterio que encierra", afirma en referencia a ella. Porque para Caballero "más que la factura técnica, lo importante es el mensaje que emana del cuadro, lo que el artista quiere transmitir".

Cartel de la exposición en la Sala Rivadavia.

Cartel de la exposición en la Sala Rivadavia.

Tales conocimientos, como puede apreciarse, no se reducen a una la faceta meramente práctica de la pintura sino que encuentran su origen en su formación como historiador del arte. Cuando en su momento se debatió entre escoger esta especialidad o la de Bellas Artes optó por profundizar en la historia, en el contexto de los diferentes estilos, ya que "la técnica la he aprendido estudiando los cuadros que me interesaban. Mi único maestro he sido yo".

En este sentido destaca también a los grandes de la Escuela Veneciana como Tintoretto o, muy especialmente, Tiziano, quien "marcó un antes y un después en la forma de concebir el Arte". "Artistas como El Greco, Rubens o Velázquez no podrían entenderse sin él", indica al especificar que los típicos colores terrosos, rojizos -algunos con un halo de azul brillante- que invaden sus cuadros beben directamente del maestro renacentista.

Aunque si algo llama la atención de su obra son los temas relacionados con la mitología de la antigua Gades. "Tenemos la suerte de vivir en un enclave con una historia subyugante". Ésta no ha dejado de influenciarle porque "siempre he indagado en el pasado de la zona para expresarlo posteriormente a través de la pintura". Puede decirse que lo tiene por recurso constante ya que -aunque oficialmente concluida en 2012- "la serie La Atlántida continúa viva en mí, al igual que los vestigios submarinos del Herakleion".

"A estas alturas sé perfectamente el sitio en el que me encuentro, aunque nunca dejo de aprender. Cada día se presenta como una nueva aventura". Es justo lo que trata de transmitir siempre a sus alumnos quienes "nunca deben quedar satisfechos", concreta, por eso oferta cursos especiales de iniciación y perfeccionamiento en su estudio de la calle Benítez Morera. Allí no solo les enseña a dominar las diferentes técnicas sino también a contextualizarlas históricamente, incluyendo visitas guiadas a museos y exposiciones temporales y hasta clases prácticas 'in situ'. Y es que "no es lo mismo la reproducción de un libro que colocar a un neófito frente a la obra de arte en vivo".

Más información sobre Manuel Caballero y su obra pulsando aquí.

Sobre el autor

Deja tu opinión

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>