La interpretación popular del Neoclásico en La Isla
La Dra. Yolanda Muñoz presentó el viernes su trabajo sobre La Capilla de la Vera Cruz de San Fernando.
Parece que la Fundación Municipal de Cultura ha resucitado cual ave fénix con su antiguo ritmo de publicación, pero no. Son los agentes culturales de San Fernando quienes, de forma independiente en la mayoría de los casos, invierten su tiempo, talento e incluso recursos económicos en la investigación y difusión de la Cultura.
Por eso la Dra. en Arte y Humanidades Yolanda Muñoz Rey no ha querido esperar para compartir un trabajo -su propia tesis doctoral en un formato adaptado- para que todos los isleños y quienes no lo sean descubran las particularidades de una de las joyas arquitectónicas que existen en la Bahía: la Capilla de la Vera Cruz de San Fernando. Y no por su monumentalidad, pues como ella misma indica "se trata de una obra de segundo orden", sino por lo singular que resulta al fundir dos conceptos tradicionalmente enfrentados: Su estilo es neoclásico, como el de las grandes construcciones del XVIII defendidas por las élites académicas, pero "su naturaleza, en cambio, es popular, nacida de las manos del maestro de albañilería Juan García Quintanilla. Una figura -la del alarife público- que equivaldría al actual aparejador o arquitecto técnico del Ayuntamiento", explicaba durante la presentación el viernes en el Centro de Congresos.
Este caso se debe posiblemente a la influencia de importantes artistas del Cádiz de la época como Torcuato Cayon o Torcuato Benjumeda, de quienes le tocó trabajar muy cerca antes de comenzar el levantamiento de este edificio sobre unos terrenos cedidos por Juan de Madariaga, Marqués de Casa Alta, en el entonces conocido como 'Barrio del Monte'.
Dejó patente, no obstante, que no se trata de la historia de la cofradía. "Ya tenemos a un magnífico historiador, Fernando Mósig, especialista en este enfoque", explicaba. "Se trata de un análisis estilístico y arquitectónico aunque lógicamente contextualizado, ya que la historia del edificio y la de la corporación crucera están estrechamente imbricados".
Muñoz Rey habló de la trayectoria de esta capilla inaugurada en la penúltima década del siglo XVIII, de los retablos de escayola pintados que funcionaron provisionalmente hasta la colocación de los actuales en algún momento del XIX. De curiosidades como el descubrimiento de la policromía original, de restos humanos no identificados, de un techo de madera -probablemente de carpintería de ribera- que contra todo pronóstico se conservó mientras la mayoría templos contemporáneos fueron sustituyendo los suyos por otros de fábrica... Algo que "se debe a cuestiones meramente económicas -aclaraba- y con el consecuente perjuicio para unos muros que con el paso de los años no han dejado de absorber la humedad, la misma que sufrían los retablos en él incrustados hasta su reposición con un nuevo sistema de anclaje".
Junto a la autora de la monografía y presidiendo la sala en el Centro de Congresos se encontraban el delegado de Cultura, Juanjo Carrera; Eduardo Albadalejo, de la editorial El Boletín de El Puerto de Santa María -quien expresó su "apoyo a la difusión de este tipo de trabajos hasta ahora estancada"-; y el hermano mayor de la propia hermandad de la Vera Cruz, Mariano Domínguez, para destacar la gran aportación de la historiadora al archivo de la corporación. El mismo anunció, además, que se plantea la reapertura de la capilla tras varios años de obras y baches legales de cara a mediados de agosto, después de que la propia Iglesia se haya hecho cargo de los últimos detalles. Es el caso de la solería, que desgraciadamente volverá a ser de mármol y no respetando las espigas de barro halladas durante las catas como defendía la propia Yolanda Muñoz.
Durante la charla estuvieron presentes los representantes de diversas entidades culturales y numerosos enamorados de la historia de la ciudad. Tal es el caso de la Dra. María Elena Martínez; Ignacio Bermejo, concejal del Ayuntamiento; el administrador del grupo 'Fotos de la Villa de la Real Isla' Rafa Olvera; la restauradora chiclanera Carmen Arias; la escritora Adelaida Bordés; el profesor Juan Torrejón o Miguel Ángel López Moreno, quien una semana antes había presentado su libro Un camposanto sin epitafios, y se dirigió posteriormente a La Buhardilla acompañado por muchos de los que estuvieron presentes en la presentación de Yolanda para continuar debatiendo sobre el Cementerio de San Carlos.