Cartel de la concentración.

La ruta partirá de Motos Romero (Fadricas) a las 10:30 horas en dirección al Panteón de Marinos Ilustres.

Un año más se celebra la tradicional concentración de motos clásicas por 'La Cacharrería'. Y una vez más colabora El Castillo de San Fernando en su promoción y difusión.

Los interesados deberán inscribirse en el propio punto de encuentro -Motos Romero, en Fadricas- de donde partirá el grupo hacia las 10:30 de la mañana del próximo sábado. Tras un pequeño recorrido por la ciudad llegarán al Panteón de Marinos Ilustres, uno de los edificios más destacados de la Población Naval de San Carlos que toma el relevo así del Arsenal de La Carraca, atractivo principal de la ruta el pasado año.

Concluida la visita se dirigirán al Club Náutico de La Casería para un tentempié de convivencia. Y de allí, protagonizarán un pasacalles por el centro de la ciudad donde los interesados contemplen una gran cantidad de ejemplares datados entre los años treinta y ochenta, propiedad de los mismos participantes. "Habrá desde Vespa a Bultaco, pasando por Lambretta, Motensa o Ducati, entre otras muchas casas", explica Pepe Lago, de La Cacharrería. Serán en total entre 90 y 100 motos procedentes en su mayoría de Cádiz, Málaga, Sevilla y otras provincias andaluzas.

El periplo continuará, un año más, en la peña 'Con sabor a cañaílla', con un almuerzo de convivencia para todos los motoristas. Cualquiera puede participar. La única condición para inscribirse es contar con una moto clásica -y su documentación al día- que enriquezca la iniciativa. El precio es de 10 € destinados a la propia actividad, ya que según especifica Lago "somos una asociación sin ánimo de lucro; lo comido por lo servido".

Corría el año 2010 cuando cuatro amigos fundaron este colectivo del que, insisten, “es una sociedad sin ánimo de lucro”, y organizaron un primer encuentro que superó todas las expectativas. Entonces fueron 128 moteros los que lograron reunirse en La Isla bajo iniciativa de Rafael Domínguez, Diego González, Carlos Javier Hernández y José Lago.

Una cantidad que, sin embargo, ha ido a más, año tras año, además de organizar y participar de todo tipo de eventos. Casi siempre incorporan la nota cultural, visitando emblemáticos monumentos a su paso por la ciudad, ya que “muchos compañeros vienen de fuera y no conocen la riqueza histórica que poseemos”, pero también, la gastronómica, haciendo escala en bares y restaurantes donde degustar las tradicionales tapas isleñas antes del almuerzo de convivencia.

Sus integrantes se reúnen al menos una vez al mes para "preparar cosas", por ejemplo ahora se encuentran inmersos en la organización de una exposición de ciclomotores que, si no hay contratiempos, podrá disfrutarse en la Plaza del Rey después del verano. Un paso más en esta aventura deportiva considerada "una de las mejores concentraciones de motos clásicas que se celebran en Cádiz".