Publicado el: Vie, 3 Jun, 2016
Nuestro Patrimonio

El hispanoamericano más grande que ha dado la Historia hasta el momento presente

Juan Torrejón durante su intervención.

Juan Torrejón durante su intervención.

El general Francisco de Miranda 'resucitó' ayer en el Centro de Congresos gracias a las intervenciones de Inés Quintero y Juan Torrejón.

Miranda como personaje histórico, el desmontaje de muchos tópicos o sus contribuciones al conocimiento fueron algunas de las cuestiones sobre las que disertaron la profesora venezolana Inés Quintero y el doctor isleño Juan Torrejón en el Centro de Congresos dentro del programa configurado por la Academia de San Romualdo para conmemorar el bicentenario de la muerte de este personaje histórico en el Arsenal de La Carraca.

La primera, en diferido, ya que al no poder abandonar sus obligaciones profesionales se 'personó' en el auditorio a través de un vídeo donde abordó el "afán de aventura" de este estudioso, político y militar del siglo XVIII, su deseo de viajar para "dar lugar a una biografía distinta a la que hubiese creado en su país de origen, como hijo de una panadera y un tendero". El hijo de la panadera es, de hecho, el título de un reciente trabajo de investigación donde la especialista pone de relieve lo que Miranda escribe durante sus viajes por Europa -cuatro años dedicados a "recoger y recuperar" conocimiento en los diarios que más tarde integrarían su biblioteca- y que, además de experiencias personales, reflejan las circunstancias políticas, económicas y sociales en torno a las que se vertebraban las distintas ciudades.

"Su vida y su crecimiento formativo son inseparables", explicaba la profesora durante el vídeo refiriéndose a los ricos archivos que Miranda llegó a acumular a lo largo de su vida, ya que a estas notas se suman multitud de libros que "iba refiriendo puntualmente y que, aunque no se conserven, sabemos que fueron leídas por él", añadió.

Tales archivos fueron encuadernados por él mismo y después de pasar por Inglaterra tras su encarcelamiento, acabaron en la Academia Nacional de la Historia de Venezuela. De allí, en 2010, al Archivo General de la Nación.

Juan Torrejón Chaves continuó la jornada centrándose en la situación de Miranda durante la recta final de su vida en La Carraca. Allí, en el Penal de las Cuatro Torres, pasó dos años, seis meses y ocho días desde que el 31 de julio de 1812, "Simón Bolívar le entrega al no verse capaz de fusilarlo él mismo". Así lo afirmó el historiador, quien defiende una teoría conspiratoria por parte de sus propios subordinados y compañeros de lucha. Algo que lo puso en serios problemas siendo como era "el hombre que más preocupa al Estado español".

Al desembarcar el Cádiz en enero de 1814, "el Secretario de Estado y del Dpto. de la Guerra dudó entre apresarlo en el Castillo de Sancti Petri, en el de San Sebastián o en el Penal de La Carraca, aunque finalmente se decanta por éste último por sus garantías de seguridad".

Torrejón ha focalizado gran parte de sus esfuerzos a averiguar la realidad diaria de Miranda durante su estancia en el Penal. Allí le suministraban "lo mínimo para subsistir" y "su posibilidad de comunicarse con el exterior estaba muy restringida". Sufrió además durante un tiempo grilletes en pies y manos -como más tarde idealizaría Arturo Michelena en una de las obras pictóricas de referencia sobre este personaje- y solo mantenía contacto con un contado número de personas entre los que llaman la atención tres vecinos de San Fernando: su sirviente Pedro José Morán y las señoras Leonor de Flores y Antonia de Salis, concretó.

Sobre el autor

Mostrando 2 comentarios
  1. […] El hispanoamericano más grande que ha dado la Historia hasta el momento presente […]

  2. […] segunda y última jornada organizada por el bicentenario de la muerte de Francisco de Miranda comenzó con la intervención del académico Juan Manuel […]

Deja tu opinión

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>