Torres Aléu recuerda a Sorolla desde este sábado en la galería isleña GH40
La inauguración tendrá lugar en García de la Herrán nº 40 a las 12:00 horas.
Trabajando hasta el último minuto. Así de en serio se toma el pintor Torres Aléu los detalles de la exposición-homenaje a Joaquín Sorolla que se inaugurará el sábado en compañía del también artista Pepe Baena.
Una muestra que bebe directamente de las "luces mediterráneas" para transformarlas en claridad, playas y velas, sobre fondos mayoritariamente anaranjados, tirando a rojizos o bien más claros y empleado el acrílico como técnica. Eso sí, compuestos por él mismo. Justo lo que está haciendo: "cojo pigmentos, añado cola especial, una pasta de relieve y a pintar".
Partiendo de las bases clásicas adquiridas a finales de los cuarenta en la Academia de Bellas Artes de Cádiz bajo la supervisión del maestro Francisco Prieto Santos, Torres Aléu ha ido ganando personalidad a lo largo de una trayectoria que ya contempla obras en los cincos continentes. Pocos años después de su experiencia gaditana ingresó en la Escuela de Artes y Oficios de San Fernando, donde entró en contacto con Hernández Homedes.
El punto de inflexión llegaría en los cincuenta. Antes del servicio militar ya era un profesional y, como tal, empezó a explorar nuevos caminos. Ciertas reminiscencias cubistas, texturas que diesen tacto, relieve a través de arenas de fundición, arenas de río -dada su carencia de sales-, herramientas mecánicas como complemento al pincel, todo ello resume a la perfección la mejor etapa pictórica de Torres Aléu: los sesenta.
Los setenta consolidaron su talento con el primer premio de la exposición nacional celebrada en Sevilla. Un marchante neoyorkino, el cual llevaba nada menos que cuatro galerías de Arte, se mostró especialmente interesado en su producción. México, Brasil, Venezuela o Argentina son algunos de los países que hoy cuentan entre su Patrimonio con obras de Torres Aléu, sin obviar Marruecos, o de Arabia Saudí, donde cuadros suyos decoran el palacio de la hermana de Mohamed VI.
Una nueva etapa se abrirá con esta muestra ya que las posturas necesarias para llevar a cabo complicados empastes y texturas están afectando a su columna. Tras unas pequeñas -y merecidas- vacaciones será el momento de sorprender con nuevos "fogonazos", es decir, "el sentimiento bravo que nace del artista a través de la técnica, sin encargos ni compromisos, solo la necesidad de crear".