Publicado el: Sáb, 14 May, 2016
Nuestro Patrimonio

La maldición del templete de La Alameda

Vegetación en la cúpula del templete.

Vegetación en la cúpula del templete.

Sustituciones, materiales efímeros y quejas a través de la prensa marcan la historia de este símbolo musical isleño.

Vegetación sobre la cúpula, humedades, cableado poco estético y azulejos levantados. Son algunas de las deficiencias que presenta el templete de la música que preside la Alameda Moreno de Guerra considerado entre los iconos más característicos de la ciudad y que la oposición popular destacó hace pocas semanas poniendo de relieve el poco mantenimiento por parte del gobierno municipal.

No está de más recordar, sin embargo, que la mayoría de estos defectos han permanecido casi inalterables desde antes del triunfo socialista en las urnas el pasado año. No solo eso. Su mal aspecto se remonta antes, incluso, del mandato popular, puesto que las obras llevadas a cabo sobre el mismo -que las ha habido- no fueron especialmente profundas como la que tuvo lugar, por ejemplo, hace dos años, cuando se repuso el panel frontal de azulejos de la cúpula prácticamente al completo.

Una historia de cambios y reformas

Rotura en los azulejos de la escalera.

Rotura en los azulejos de la escalera.

El actual templete es, según crónicas, el tercero que ha presidido la Alameda. El primero fue construido en madera hacia 1922 y, durante años, fue "blanco fácil de travesuras juveniles dada la facilidad con la que podía ser desanclado y movido de su emplazamiento" según afirmó Hurtado Egea en su obra Cosas, casas y plazas en la Isla de San Fernando.

El segundo, de mampostería, se colocó durante las obras de remodelación de 1949. Ya en 1972 se refirió Mirador de San Fernando -periódico local vigente en aquel momento- a "las barandillas del templete, erosionadas de tanto trepar por ellas", así como la necesaria sustitución de esta estructura que "ya no sirve sino para poner en peligro a los niños que juegan en ella" y que "está antigua, abandonada, maltratada". Fue víctima de la piqueta antes de concluir el año para dar paso a un nuevo circuito infantil debido a "las exigencias de una más apresurada vida, la juventud hoy más inquieta, menos romántica".

Tendrían que pasar 17 años hasta la recuperación de este símbolo -1989-  con el aspecto que presenta en la actualidad.

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