El Primero
La primera mirada, esa que se cruza sin haberla pretendido, que llega a nuestros ojos como un regalo. La sorpresa de levantar la vista y que tus pupilas se claven en la mía, como si de una poesía de Bécquer se tratase. Una imagen que dura escasos segundos, que se repetirá durante toda una vida, como si nunca hubiésemos mirado a nadie más, como si jamás hubiésemos usado los ojos para deleitarnos con algo que mereciese la pena, que nos hiciese sentir, que nos diese tanto en lo que pensar, un motivo interesante por lo que volver a mirar al mismo lugar.
El primer roce. No el que se da de forma intencionada, sino el que llega sólo porque lo deseamos, por la curiosidad que sentimos después de aquella intensa mirada. Las dudas revolotean en la mente, mientras, el cuerpo se estremece ante la idea de poder sentir más, mucho más, si es que somos capaces de ir más allá... «¿Si fue sin tocarme como me llevó a otro mundo, hasta dónde podría transportarme si fuese su piel lo que me hablase, sus manos las que me narrasen sus deseos y su boca la que me diese el calor que espero?».
Las primeras palabras, esas que son más que una conversación, que un cúmulo de frases que se separan por puntos y comas. Palabras que dicen lo que alma siente, lo que no se entiende, lo que no llegaremos a comprender; «hay algo en tus ojos que me lleva a querer sentirte, y más anhelos en ese roce que me hace pequeña sabiéndome a tu lado la persona más grande». Cómo callar lo que no se puede ocultar, cómo guardar lo que no es nuestro, lo que nace de otra alma que se cruza para dar sentido a nuestros sueños.
Dados los pasos que nos van marcando los hilos del Universo, ya sólo queda comprobar si todo esto es sólo imaginación o si las certezas de nuestro corazón saben cómo hacernos felices. Ahora observo cómo me tocas, mientras me cuentas que has sentido lo mismo, que mi locura es posible porque también yo volví locos a tus pensamientos. Desde el primer encuentro las noches se convierten en días que quieren estar siempre despiertos, sin dormir pero a tu lado; descubriendo todo lo que aún desconozco, aquello que desde que te vi he amado; sí, saboreando cada gesto, cada detalle, sea bueno o sea malo, pues el amor perfecto es sólo el que se crea de dos seres llenos de imperfecciones que encajan, el uno con el otro, como un inseparable puzzle. No importa lo que seamos, cómo lo seamos ni por qué, lo único importante es estar enamorado de la verdad que se esconde detrás de cada ser.
El primer amor... No es el primer cosquilleo en nuestro estómago, ni la primera relación que se nos alarga; no es una noche llorando sin dormir, ni un día a solas esperando que venga a por ti; no es un desplante, ni una traición, no son discusiones, ni reproches, ni siquiera la opción de cambiar para mejorar; que va... no es lo que nos conviene, ni lo que los demás esperan de nosotros. El único y auténtico en nada es parecido a otras primeras veces, en ningún aspecto es semejante a lo que vivimos antes.
El primer Amor de verdad...es tan sólo el que, desde la primera mirada y para siempre, nos inundará de felicidad...