Cristóbal Cerezo, artista plástico isleño: "Esculpir es mi religión"
El autor de la colección expuesta en el Centro de Congresos compara el arte con el amor por su mujer: "Es algo que me nace, no tiene un porqué".
Cristóbal lo tiene claro: "no me gustan las etiquetas, no me rijo por patrones de formación académica", explica cuando se le pregunta por su obra. Por eso, las piezas que desde la semana pasada y hasta el próximo día 29 acogerá el Centro de Congresos son una explosión de sus sentimientos que, por alguna razón, se asientan sobre formas helicoidales como caracoles, espirales, no necesariamente prestadas por la naturaleza y a veces alargándolas, estirándolas... jugando con ellas.
En torno a 40 obras pictóricas -casi el doble de escultóricas- sintetizan la producción más reciente de este artista isleño, quien llevaba desde 2006 -cuando fue premiado por la Fundación Vipren de Chiclana- creando entre las paredes de su taller. Poco interesado en la notoriedad pública, se ha animado a volver por petición de su familia al considerar que "ya es hora de dar a conocer el arte que creas con tus manos".
Aunque la carrera artística de Cristóbal no es algo nuevo, ni de lejos. Y lo demuestra el reconocimiento que lo arropó durante la presentación pese a haber pasado el tiempo. Fue Antonio Mota, de hecho, quien le animó a consolidar su técnica a principios de los 90. "Aquel día -el de la inauguración del monumento a Camarón- le conocí y se interesó por mi obra. Había estado un año en cama, por culpa de un accidente, tiempo más que suficiente para aliviar mis inquietudes artísticas". Ya entonces contaba con esculturas de pequeño y mediano formato, talladas en madera -su principal materia prima- aunque aún no tenía contactos dentro del gremio. De este encuentro surgió una amistad y, más tarde, junto a los pintores Fermín Salinas y Lolo Pavón, el grupo 'Almena', con gran presencia durante el resto de la década gracias a diversas exposiciones, tanto individuales como colectivas, y al apoyo de la galería 'ERA' que el propio Mota tenía en 'La Escalerilla'.
Fue triplemente seleccionado para la exposición de la Real Academia de Bellas Artes de la Diputación Provincial de Cádiz, entre 1994 y 1996, además de participar en el Salón de Otoño del Museo Histórico Municipal de San Fernando, el café Pariché de Cristóbal Pérez y, más tarde, en la galería GH40. Lo que más le satisfacía era que "pese a haber llegado el último, me trataban como a uno más".
Su evolución desde entonces puede contemplarse gracias a una selección de obras que rozan el surrealismo y la abstracción. En el caso de la escultura, en madera, pues "aunque conozco otras técnicas, creo que es más puro quitar, que poner". Así encontrarán los visitantes piezas talladas en olivo, acebuche, pino, caoba, caobilla... algunas de ellas policromadas o pintadas con tinta, dando lugar a muy diversos efectos. Una serie de oleos, acrílicos y técnicas mixtas completan esta exposición con "efectos provocados por el pintor, lo que para mí es un lienzo".
El horarios de visitas (lunes a viernes) es de 11:00 a 13:30 y de 18:00 a 21:00 horas.