Agentes de la Cultura isleña valoraron la actuación in situ.

El inminente traslado de las colecciones se completará con el de los fondos documentales a la Casa de la Cultura y los de depósito al antiguo CEIP Padre Franco. Una primera fase de actuación que comenzará este lunes.

Prehistoria, Edad Antigua, Edad Media... sin olvidar la trayectoria del propio edificio, exposiciones temporales o un módulo anexo para la organización de talleres. Son, a grandes rasgos, los pilares del nuevo proyecto de musealización que el gobierno llevará a cabo sobre el Castillo de San Romualdo.

Un proyecto que, como ya adelantó la alcaldesa hace semanas, "cuenta con el visto bueno de los técnicos de la delegación provincial de Cultura y ha sido supervisado por los profesionales del organismo isleño", empezando por Antonio Saez Espligares. El subdirector del Museo dirigió ayer una completa ruta a lo largo de sus estancias para explicar cómo se estructurarán las mismas. Será el período prehistórico el que inicie el recorrido en los primeros tramos de lo que antaño fuera parroquia -el cañón que da a la plaza Sánchez de la Campa-, empezando por los restos localizados en el yacimiento neolítico 'Campo de Hockey'. Su contextualización se completará con nuevos datos derivados del análisis de ADN según explicó Saez, y "la pareja podrá contemplarse mejor que antes debido a su nueva disposición".

El Museo, que parte entre sus premisas de "no interferir en exceso en la arquitectura del edificio", continuará con las fases protohistórica y clásica, en concreto la centrada en los alfares fenicios y púnicos de yacimientos como los de Torre Alta, Sector III de Camposoto o Pery Junquera. Eso sí, los hornos expuestos hasta ahora en el Museo no se adaptarán a este nuevo espacio, sino que viajarán hasta la rotonda donde se exponen sus hermanos "para completar un proyecto que en su momento quedó inacabado", aclaró. A continuación, la sala dedicada al Herakleion -santuario de Melqart-Hércules-. Un monumento de la antigüedad cuyos cimientos aun existen, casi con toda seguridad, pero sobre el que nunca se ha llevado a cabo una campaña seria de excavación. A pesar de ello han aparecido piezas entre las que destacan los conocidos 'exvotos' -figuras metálicas depositadas a modo de ofrenda-, que se expondrán en las últimas salas antes de cambiar de nave.

El historiador Fernando Mósig completó la visita guiada por Antonio Saez.

El cañón paralelo a la calle Augusto de Miranda estará dedicado en su integridad a las industrias alfareras y salazoneras de la Gades romana, "porque La Isla también fue Gades", sentenció Saez en referencia a este suelo donde hicieron negocio los grandes señores gaditanos. Al final de este tramo se ubicarán los vestigios medievales islámicos, por ejemplo el pecio de época almorávide hallado en la desembocadura del caño de Sancti Petri. No faltará una doble sala destinada a poner en valor los materiales que se localizaron en la histórica fortaleza como bisagras, medallas, vidrios y cerámicas, ni tampoco el espacio reservado a las exposiciones temporales -el ángulo entre Real y Albina del Puente- para "vestir al Museo de ese dinamismo que atraerá a los visitantes una y otra vez", aclaró la alcaldesa.

Todo ello, completado con un patio que -ahora sí- "cumple todas las garantías de seguridad y evacuación" para poder organizar espectáculos públicos" y un entorno privilegiado sin impacto visual negativo como el que presentaba hace semanas, ya que el cableado que afeaba la fachada ha sido sustituido por pivotes de hormigón y las vallas, retiradas. Tanto esto como las últimas obras del Castillo han sido fruto de "un compromiso de los profesionales de Urbanismo, que se ha volcado con el monumento ante los problemas heredados del anterior mandato", añadía Cavada.

Queda pendiente, sin embargo, la parte superior de la fortaleza, que continuará sin visitas debido a que las plataformas destinadas al tránsito no están correctamente sujetas y, por tanto, impiden andar con seguridad. En cuanto a las críticas recibidas por la continuidad de actividades que nada tienen que ver con la función de Museo -uno de los problemas que éste ha venido presentando en el sentir de los especialistas-, la alcaldesa espetó que "no son parásitas, sino complementarias". Se refería principalmente a las bodas y a los plenos, que no presentarán grandes desbarajustes ni en forma, ni en tiempo, y volverán al edificio consistorial una vez concluya la rehabilitación.