Amiga
Momentos inesperados que llegan a nuestras vidas cambiando las sonrisas por dudas, los sentimientos por huellas pasadas, los sueños por castillos que caen como simples naipes; segundos que se hacen eternos, bañados por la soledad de una compañía que se aleja sin saber si volverá la vista atrás, que nos empapan de lágrimas que duelen, que guardan la esperanza de que todo sea un mal sueño del que mañana despertar.
Sentimientos que se vistieron de gala, que pasearon juntos por el mundo, contagiando a quienes los rozaban con la suave luz de todos los sueños posibles, con la inagotable energía que los hace capaces. Emociones que nacen sin pensar, que llegan, te inundan, te colman y te subliman a lo más alto de tus propios deseos; tanto por hacer, decir, sentir y vivir...que no hay dudas que retuerzan la facilidad de un camino por descubrir.
Boquetes que inventamos para dar diversión a lo que no lo tiene, para reírnos de un presente que intenta machacar nuestro aliento, para obviar las verdades que nos hacen caer en oscuridades sin fin. El Universo se vuelve un caprichoso niño que no quiere hablar, que nos vuelve la cara ante la desesperación y se marcha ignorando las dudas del corazón.
Certezas son las que se encuentran en tu ser, en la mano que sólo es tuya, en el aire que únicamente tú puedes respirar. Eso es, respira lentamente, sintiendo que tan sólo vivir ya es un regalo. Qué podría decirte yo, amiga, si tú fuiste mi oxígeno cuando me quedé sin nada, cuando la vida se hizo muerte y en el otro mundo dejé tendido mis sueños; cómo dar a quien consideras invencible la mano tras una derrota que no crees que sea tal.
Hay almas gigantes que jamás pierden; no sólo por ser los motores de todas las que, tan pequeñas, giran a su alrededor, sino porque en ellas está el interruptor de todas las farolas que encienden las luces de su propio corazón. El fuerte ayuda al débil, pero a él quien le ayuda es su coraje para no dejar de sonreír; decorando con colores las conversaciones más tristes, abriendo ventanales donde no quedan paisajes que mirar. Los milagros existen porque tú existes dentro de tu propio malestar.
Palabras. Todo un cúmulo de ellas para no decir nada, para no aclararte los sentimientos de esta amiga que tan sólo te quiere abrazar; frases y más frases que lo dicen todo sin llegar a explicar nada, que se esconden en mi teclado por miedo a parecer una parrafada. Tan sólo una más, una para que sepas que si no tengo más que decirte es porque todo lo que necesitas saber ya me lo dijiste a mí más de una vez...
Amiga, no llores más, pues la vida en ti, tiene su propio nombre y se llama...Felicidad.