Durante el partido.

Otro sabor agridulce sobre césped ajeno resume el partido de ayer, en el Alfonso Marube, contra el Ceuta FC.

Los primeros compases estuvieron marcados por muchas imprecisiones. Ya en el minuto 4, bloquearía Zamora un centro de los locales. Seis minutos más tarde, se repetiría la jugada pero a la inversa, con Garrido frenando una internada de Mario. Los azulinos siguieron firmes, y el siguiente en intentarlo fue Tati Maldonado, aunque no acertó con su remate al servicio de Amarito. Desviado lo lanzó también Édgar, al término del primer cuarto de hora. Una de vez más, tras falta en la frontal a favor de los azulinos, perdió la oportunidad Tati al estrellarse contra la barrera el balón. Mario en el 36, con un centro pasado al segundo poste, no pudo evitar el bloqueo del portero. El cabezazo de Édgar también se fue arriba tras centro de Carlitos en el 40. Acto seguido salvaría Mario bajo los palos una internada local que tuvo su contra gracias a la labor de Amarito poniéndosela en bandeja a Herrero, quien de un zurdazo la mandó al larguero.

Más fuerte comenzó el segundo tiempo, con un disparo de Carlitos que se marchó rozando la escuadra. De nuevo Amarito lo intentó, aunque el balón acabó en manos del portero y por fin llegó el primero, de penalti, en el minuto 54. Fue Tati el encargado de penetrar la portería tras la falta de Villatoro. Los del Ceuta no se quedaron de brazos cruzados y rápidamente se movieron para igualar el marcador, con varios intentos frustrados hasta que la tensión de los últimos minutos culminó con el gol del empate por parte de Borja Gil, en el 89.