Los rostros del corazón
Cuando la mar se lleva el último aliento de las coplas, cuando las cenizas llevan al olvido un nuevo carnaval, me gusta refugiarme en las imágenes que nos deja un concurso, que aunque no apruebo en sus formas me vuelve loco de pasión.
Pequeños momentos, instantes robados al tiempo, que te permiten ver y entender el calado y la profundidad más pura del que todo lo da en las tablas. Son instantes en los que si uno se fija, hace que el corazón se vuelque y un nudo nos ahogue en la garganta sin saber muy bien porqué. Unos lo llaman, el pellizco que tiene esto, otros qué bonito, pero al fin y al cabo es lo mismo, es el instante en que nuestra alma se rompe por dentro y las coplas nos llegan, es el momento en que entendemos todo, por qué, y cómo, de una expresión del pueblo, porqué durante meses nos abandonamos a nuestro mundo de ensayos, porqué todo pasa a un segundo plano en nuestras vidas, y porqué el alma nos empuja a continuar, más allá de triunfos y derrotas de aplausos y silencios, más allá de los parámetros de una vida, estructurada desde que nacemos hasta que san Pedro nos lleva a las puertas del cielo.
Poderoso sentimiento nos mueve y nos ciega hasta el punto de perder y recuperar amigos, de no ver más allá de lo nuestro, y ver que hay algo más en todo esto, algo tan simple como la pureza de creer en lo que defendemos, es el misterio de un credo grabado a fuego y corazón desde que nacemos los gaditanos, es nuestra poderosa arma, es la fe en que algo cambiará, y es la esperanza de que todo esto tiene sentido, es la lucha del pueblo y de nuestras vidas.
En un año, donde he comprendido, que el que lleva a nuestra fiesta una agrupación, y pone a esta por delante de su familia, como ha sido el caso de mi autor, nada más queda que morir por ella hasta el final. No soy demasiado dado a personalizar una imagen, para describir lo que les cuento, pero no puedo por menos que recuperar la visión del final de la presentación de “Los Doce” en preliminares.
El rostro del Ángel, del Subiela para el que no lo conoce, al terminar su presentación, me da la razón, al poner en liza el poderoso sentimiento que nos lleva a rescatar año tras año del fondo del mar, las coplas, coplas que Febrero se llevó, con él al abismo, que el viento se llevó, y que renacen cada febrero .
QUE TENDRÁ EL FALLA ? TE HACE SUFRIR, REIR,TEMBLAR DE NERVIOS, LLORAR DE TRISTESA Y DE ALEGRIA, Y CADA FEBRERO, OTRA VEZ VUELTA A LA CARGA.... Y SIEMPRE LO MISMO, PERO LO MISMO SE HACE DIFERENTE.... ¡¡QUE FACIL DE DECIR !! Y ¡¡QUE DIFICL DE ENTENDER¡¡ ... FEBRERO, ES UNA FORMA DE VIVIR. GRACIAS POR ESTE ARTICULO DE OPINION. ME HE SENTIDO MUY IDENTIFICADO.