Carralero, un cañaílla en la liga rumana
A 2960 kilómetros de San Fernando, al norte de Rumanía, desembarcaba hace poco más de mes y medio Fernando Carralero, jugador oriundo de La Isla, en busca de su oportunidad en la élite de alguna liga europea. Criado en las categorías inferiores del Real Betis Balompié, ha desarrollado su carrera futbolística en equipos como el Lucena, Sabadell, Almería B, Chiclana o Conil, clubes en los que no permaneció durante más de una temporada. Tras varios años moviéndose por distintas ciudades españolas, Ramón Calderé le dio la estabilidad en el Burgos CF, donde se mantuvo durante tres temporadas y llegó a convertirse en jugador clave para lograr un ascenso a Segunda División B.
En verano de este mismo año apareció la oportunidad de fichar por el San Fernando, aunque apostó finalmente por el Ebro, equipo por el que ha tenido un paso efímero antes de marcharse a la League 1 de Rumanía.La dificultad de triunfar en la primera o segunda división española y las tentativas de un conocido representante rumano por llevarlo hasta allí, han movido a Carralero hasta la ciudad de Botosani, aunque reconoce que en un principio era reacio al tener una imagen equivocada del país.
Su nuevo equipo, el FC Botosani, fue fundado en 2001. En estos quince años se ha movido entre la segunda y la primera categoría, teniendo su mejor momento en la pasada campaña, cuando disputó la Europa League. El jugador isleño reconoce que los problemas de impagos por parte de algunos clubes rumanos le llevaron a estudiar detenidamente la situación del conjunto que entrena Cristian Pustai. No es el caso de su nuevo equipo, cuya participación europea le dio una inyección económica vital para mantener vivo a un equipo que mueve a su estadio en torno a cinco mil y seis mil seguidores.
Todavía en proceso de adaptación, reconoce que la cultura es distinta a la de España. “Quizás los edificios y las carreteras sean como los de España hace 15 años”, dice. También las costumbres, lo que le jugó una mala pasada en su primera semana. “Aquí, cuando llegas, tienes que dar la mano a todos los compañeros. Yo llegué el primer día y me presenté, pero el segundo ya no saludé y me dijo Casado que tenía que dar la mano a todos uno por uno, lo contrario era de mala educación”, comenta como uno de los hechos más curiosos que se ha encontrado hasta el momento.
En el poco tiempo que lleva en su nueva andadura, el primer objetivo de Carralero es convencer al entrenador para ser titular, algo que no ha logrado de momento. A pesar de los casi tres mil kilómetros de distancia que separan una y otra ciudad, San Fernando está presente en Rumanía con un futbolista que se deberá enfrentar en liga a otro viejo conocido de la afición isleña, el franco-congoleño WilfriedMoke.