Segundo artículo de la serie que consta del análisis político de la realidad de los partidos que se denota en el Congreso de los Diputados, el parlamento español. Todo desde el punto de vista de un politólogo y con la mayor veracidad posible. El objeto a analizar en este artículo es el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).

Las elecciones le dieron al PSOE el peor de sus resultados que le dejan a pocos miles de votos de Podemos y como segunda fuerza política sin capacidad de gobierno. Un partido socialista que decía volver a su esencia y propugnaba derrogar la LOMCE, el artículo 135, la reforma laboral, el estatuto de los trabajadores etc

Pero uno de los problemas que tiene el PSOE, incluso desde antes de las elecciones, es un candidato, Pedro Sánchez. Un candidato que ha sido diputado de rebote y que tuvo que cambiar el eslogan de su campaña a mitad de la misma para autoproclamarse “presidente”.

Mil gracias le tiene que dar el PSOE a Podemos porque sin ellos no hubieran podido acceder a la investidura. El mensaje de Pablo Iglesias, donde se pedía un Gobierno con su Vicepresidencia, hizo que el PP renunciase a la investidura. Por lo que el PSOE accede a la misma de rebote, como su candidato. Pero 90 escaños no dan para formar un Gobierno si tiene a la derecha 162 escaños y a la izquierda 71 escaños. Los pactos y las coaliciones son innegables o irrenunciables.

Pero el PSOE lleva casi 100 años vendiendo sus ideales y la ideología socialista para afianzarse como el Partido Socialdemócrata Español. Su electorado y sus afiliados son constitucionalistas, moderados, centristas, gente que prefiere la estabilidad. Para ellos, el mejor de los pactos vendría por el centro y no por la izquierda, ni mucho menos por la derecha. Un serio problema ideológico y de bases que tiene el PSOE.

Ciudadanos le entregaría su apoyo a cualquiera de los partidos, excepto Podemos, si se mantienen las bases del mercado, y el PSOE no supone ningún impedimento.

Pero no todo es malo para el PSOE. Por lo pronto, presiden el Congreso y están invitados a formar gobierno. Su mayor problema viene por parte de Podemos, que le ofrece Gobierno o elecciones donde arrebatarle su espacio. El pacto con Podemos sería un suicidio político y un concilio ideológico. Sin embargo, Ciudadanos le otorga legitimidad como partido de gobierno. El problema que le supone Ciudadanos es la gran coalición, a la que el PSOE no puede acceder ideológicamente y políticamente.

El futuro del PSOE vendrá por mantener su postura junto a Ciudadanos y abrirse a cualquier abstención/pacto con partidos minoritarios como Coalición Canaria, Izquierda Unida-Unidad Popular o incluso En Marea. Si no pudiera formarse gobierno en estos dos meses, volverían a las elecciones con la postura alcanzada en las negociaciones. Y en los resultados de los comicios veremos la opinión de los ciudadanos.