Análisis Parlamentario (I): Partido Popular
Primer artículo de la serie que consta del análisis político de la realidad de los partidos que se denota en el Congreso de los Diputados, el parlamento español. Todo desde el punto de vista de un politólogo y con la mayor veracidad posible. El objeto a analizar en este artículo es el Partido Popular (PP).
Los resultados electorales del PP no garantizaban un Gobierno parecido al de la legislatura anterior. Aun teniendo más votos, 7 millones, y obteniendo una mayoría parlamentaria, 123 escaños, el Partido Popular no cantaba como el claro vencedor de las elecciones.
La baza con la que podían alzar la banderola popular es la mayoría absoluta que acumulaban en la cámara alta, el Senado, así como las amenazas ante cualquier Gobierno que no presidiese Mariano Rajoy, con el bloqueo legislativo de la cámara territorial.
Así las cosas, Mariano Rajoy comienza sin apoyos en su ronda de contactos. El único partido que parece conciliar con su postura es Ciudadanos, aunque las palabras de Albert Rivera iban por otros senderos, “la gran coalición” o “el pacto de Estado”. Aun así, Mariano Rajoy esperaba formar Gobierno en solitario o con Ciudadanos sin más problemas que la rabieta de la izquierda, por lo que aceptó a Patxi López de Presidente de la Cámara, entendiendo que, a cambio, obtendría abstenciones a su investidura.
El Pacto de Estado muere cuando Pablo Iglesias insinúa el Gobierno con PSOE tras su consulta con el Rey, y el Partido Popular, en un acto de inmadurez política o celeridad institucional, decide comunicar su rechazo a la sesión de investidura. Aquí el iceberg del Partido Popular.
A día de hoy, la investidura ya no trata de un gran pacto constitucionalista frente al populismo podemita y de la izquierda. Ahora, el gran pacto trata de la supervivencia de un partido mayoritario, el Partido Popular. Su NO a la investidura de PSOE-Ciudadanos es el rechazo a lo que ellos llaman “una contrarreforma de los 4 años de Gobierno del Partido Popular”. Un Gobierno en el que no aparezca el PP, es un fracaso para ellos, y a sabiendas de eso, siguen proponiendo el gran pacto, que si no fuese presidido por Mariano Rajoy, seguiría siendo un fracaso.
El Partido Popular se encuentra aniquilado ante cualquier forma de Gobierno que no cuente con ellos y que, además, no presidan. Aunque sigan postulando el diálogo y sentarse a negociar, su línea roja es inamovible, y por esa cuestión, entre otras tantas, no hay organización que quiera sentarse a negociar con el Partido Popular, excepto Ciudadanos.
El futuro que le pronosticamos a esta formación política es la apertura, que viene dada con la renovación del liderazgo del partido, y el diálogo sin línea roja. Un Partido Popular que accediera a facilitar un Gobierno en el que estuvieran sin presidirlo o, simplemente, no estuvieran. Puesto que si no es así, parece que la apertura vendrá del partido de centro-derecha, Ciudadanos, hacia Podemos.