Los sabores ancestrales de La Gran Vía
Surtido de ahumados, ibéricos o las mejores etiquetas son su seña de identidad.
Que es uno de los puntos de encuentro por excelencia para muchas generaciones de isleños, todos los saben. Que el amable servicio por parte de sus responsables en pocos establecimientos lo igualan, también. Que es referente en la calidad de una oferta gastronómica fuertemente sustentada en productos isleños, no cabe duda: a las cervezas y vinos de barril como seña de identidad desde que La Gran Vía se inaugurará allá por los años cuarenta se han ido sumando con los años productos entre los que destacan mariscos de la zona como bocas o camarones frescos. También cañaíllas, las mismas que siguen siendo favoritas entre los fieles a este local con varias décadas de trayectoria.
Sin embargo su carta ha ido cogiendo forma con el paso de los años para ofrecer platos cada vez más sofisticados, pero sin dejar a un lado esa apuesta por el producto de siempre, no ya isleño, también el chiclanero con sus chicharrones, el barbateño con los típicos ahumados, los quesos, famosos entre los municipios de la sierra, y la posibilidad cómo no de acompañarlos con las mejores etiquetas. Una de las fotografías adjuntas muestra, precisamente, esa tabla completa de ahumados con caballa, atún, palometa, banderillas... ¿la prefieren completa o media?
Sin embargo, "lo que siempre nos ha caracterizado son nuestros productos ibéricos", reza su propia carta, por lo que los comensales tienen la posibilidad de confeccionar su propio plato -en cuanto a variedad y cantidad- atendiendo a las diferentes opciones, a saber: jamón serrano, caña de lomo, chicharrones de Chiclana o lomo, para ajustarlo convenientemente "según acudas solo, en pareja o con amigos".