Javier Coronilla: La huella de un isleño en el cine internacional
"No me digas que el límite es el cielo, cuando hay pisadas en la luna". Es la frase que cita para sintetizar el salto internacional que le ha llevado a trabajar en míticas producciones cinematográficas.
Javier Coronilla es de La Isla, pero siempre tuvo claro que hay mundo que espera más allá. Aunque sus aspiraciones originales no guardaban relación con el cine, reconoce que siempre le gustaron las películas de aventuras. Actualmente se encarga de diseñar y construir los mecanismos internos que dotan de vida a criaturas fantásticas, lo que se conoce como 'animatronics'. Una forma de animación tan importante en las super producciones de ciencia ficción, que llega contar con departamento propio. Es el área al que ha pertenecido durante uno de sus últimos trabajos, la nueva entrega de la saga Star Wars, El despertar de la fuerza.
Aunque las informaciones que emite al respecto están limitadas bajo un estricto contrato de confidencialidad, reconoce la ilusión que le ha hecho trabajar con este equipo. "Un grupo de personas que trabajó junto a Jim Henson -creador de los famosos 'Teleñecos'- en su etapa londinense y son el legado que queda de aquel taller", explica, en relación, por ejemplo, a todas esas anécdotas encuadradas en un momento donde Javier "era un niño más, de esos que no se plantean si las criaturas que ven en el cine son de verdad".
Describe esta experiencia profesional como el "culmen" del sector, aunque "he trabajado en proyectos más pequeños con los que también disfruté muchísimo, a pesar de que la presión era aun mayor". Ejemplo de ello es A Monster Calls, de Juan Antonio Bayona. La película, que se estrenará en octubre, narra la historia de un niño de 12 años que tras la separación de sus padres deberá coger las riendas de su casa superando fobias y miedos con la ayuda de un monstruo interpretado por Liam Nesson.
Señala como el hito más importante de su carrera la participación en esta saga, "algo que nunca hubiese soñado hace unos años". Advierte, en cambio, que todas las películas en las que ha estado involucrado son muy sentimentales para él porque "como artistas, no solemos estar muy serenos. Pasamos muchas horas trabajando y parte de cada proyecto queda impregnado en ti, para siempre". "Es como decidir entre tus hijos: a todos los quieres aunque, a veces, le darías una buena tunda a cada uno", concreta a modo de ejemplo. En cuanto al más controvertido admite que "al ser del sur, tengo sangre caliente, lo cual ha podido granjearme alguna discusión, pero hay poco que resaltar al respecto".
"No tengo un proyecto favorito, pues con todos ellos he disfrutado y sufrido... es algo que forma parte de cualquier proceso creativo", explica, convencido de que la clave del éxito es el trabajo duro y constante porque "nadie va a venir a buscarte". "Yo he tenido que renunciar a muchas cosas, empezando por estar lejos de gente a la que quiero". El resto, concreta, es que la vida te sitúe en el momento y en el sitio adecuado porque "desde luego no piensas en estas metas cuando estás empezando tu formación y, en mi caso, no ha existido la famosa figura del 'padrino', tod0 me lo he ganado yo".
Alumno de La Salle y San Felipe Neri, comenzó Ingeniería Mecánica en la Universidad de Cádiz, unos estudios que no concluyó pero le condujeron por otros derroteros hasta aterrizar en Madrid y Londres. Hoy "sigo bajo el mando de Disney/Lucasfilm, es lo único que me está permitido decir", aclara, y en cuanto a las anécdotas, ésas que no se suelen contar, indica: "he llegado a comer el bocadillo en lugares que no os imaginaríais".