Homenaje, luz y evocación de una estampa isleña
Una acuarela de Juan Pérez Bey adelanta este año la llegada de la Semana Santa.
La cruz como paradigma del cristianismo, y los fieles, tras ella. Es la idea de la que partió la acuarela que desde hace unos días anuncia por las calles la inminente llegada de la Semana Santa isleña. Realizada por Juan Pérez Bey bajo expreso deseo del Consejo de Hermandades y Cofradías, indica que tomó como referencia el misterio de la Vera Cruz, principalmente, por la elegancia de su composición.
También, porque "no quería parecer oportunista barriendo para mi cofradía" -Expiración, cuyo titular es también un crucificado-, explica, y porque uno de sus objetivos era, precisamente, reflejar toda esa penitencia que converge tras los pasos de misterio. El Silencio la lleva, por supuesto, pero "justo después, llegan los hermanos de la Esperanza, por lo que de haber utilizado a mi titular como modelo, tendríamos un cortejo incompleto", señala. De esta forma era más fácil representar una imagen que considera evocadora: el paso perdiéndose en la lejanía, seguido por el pueblo. O lo que es lo mismo: "Jesucristo marcando el camino".
Es la razón de que la iluminación tenga tanto protagonismo en esta obra que recoge un momento del transitar del Cristo por las Capuchinas para homenajear a estas hermanas, protagonistas de la pasión isleña, que tras más de un siglo abandonan la ciudad. Eso sí, "no empleé ninguna fotografía, de hecho, nunca he visto esta procesión frente al convento". La importancia de la imaginación fue, por tanto, determinante a la hora de elaborar un cartel cuyas luces considera el propio autor "irreales, especialmente pensadas para incentivar la carga simbólica".
Una idea que tomó forma la misma noche en que recibió la noticia por parte del Consejo. Hasta entonces -y al contrario de lo que muchos crean por su bagaje artístico y fuerte vinculación a la Semana Santa-, solo había tenido la oportunidad de confeccionar un cartel pasionista. Concretamente, el editado por la JCC (Jóvenes Cargadores Cofrades) en 2003. En aquella ocasión sí plasmó al que era y sigue siendo su titular, el Cristo de la Expiración, sin embargo, ha sido ésta la primera oportunidad de anunciar, oficialmente, la que para muchos es la semana grande de La Isla.
Se trata de una acuarela -característica de Pérez Bey- con las virtudes y defectos que presenta esta técnica. "Para plasmar luminosidad es perfecta -concreta-, pero de muy difícil corrección-. Si el autor plasma algo que finalmente no le convence, es probable que deba empezar de cero, ya que, por más que pinte encima, siempre quedará cierto rastro debido a su transparencia. Es lo que le ha pasado con este encargo, que se vio obligado a repetir hasta ver materializado justo lo que estaba buscando tras dos semanas de intenso trabajo. Claro está que "dediqué la mayor parte del tiempo al estudio y bocetos previos... la pincelada es lo más rápido".
Reconoce que fue "una gran sorpresa", sobre todo teniendo en cuenta que hasta el año pasado parecían haberse recuperado las fotografías en detrimento de los carteles pintados. "No creo que ambas técnicas sean incompatibles, se pueden alternar", señala al respecto, e incluso "me encantaría que volviese el concurso para que todos los artistas tuvieran la misma oportunidad". La decisión ha llegado, no obstante, en una fecha óptima para el artista isleño que declara estar muy entregado a la pintura en este momento. Tras presidir el colectivo gaditano de acuarelistas -un rol que desempeña en la actualidad el chiclanero Francisco Cabillas-, confiesa su ilusión por los dos proyectos en los que está invirtiendo gran parte de su tiempo. Por un lado, una serie de obras sobre San Fernando "desde una perspectiva diferente. Tomando como base el paisaje pero sin caer en tópicos". Dicha colección fundirá varias técnicas como el óleo o el acrílico, además de la acuarela. Ésta última será, sin embargo, la única base del otro proyecto, de carácter colectivo y centrado en las calles de la capital, actualmente a la espera de una sala expositiva a la altura de los contenidos.
La opinión pública está siendo positiva, aunque es consciente de que sus amigos, por serlo, nunca le harían críticas. En cualquier caso "estoy muy satisfecho porque he dado lo mejor de mí", concluye, agradecido al Consejo por la oportunidad, al también cofrade, Juanjo Castiñeiras, por la "magnífica presentación que hizo del cartel". También a Kiko Cuadrado, cuya imprenta se ha esforzado mucho en imprimir copias de calidad, y, por supuesto, a todas esas personas que "desde el día de la presentación me transmiten grandes muestras de cariño y afecto. Gracias a todos ellos".