Frío en la piel
Los cambios de temperatura de calor a frío y viceversa, ejercen malestar en la piel de todas y todos. Es común que pasemos por alto los cambios estacionales que, sin lugar a dudas, apagan la luminosidad de nuestra piel y la predisponen a cambios futuros así como a envejecimiento prematuro.
Hemos de estar preparados sin perder la cabeza, claro está, existen tratamientos que podemos realizar en casa y que con un simple gesto, preparan nuestra piel para cambios agresivos, así combatiremos los tan indeseados efectos adversos que hacen que nuestra piel pierda las “buenas facultades” con las que cuentan a priori, es el efecto piel sana.
Cuando poco a poco comenzamos a enfrentarnos a días más fríos, esta temperatura, que duda cabe, se convierte en el peor enemigo de nuestra piel, pues se trata del mejor caldo de cultivo que hace que se pongan de manifiesto los problemas cutáneos, como las rojeces, que suelen padecer aquellas personas que tienen una piel sensible.
Aunque en un principio estos sólo adquieran la importancia de meros problemas estéticos, los expertos en dermatología opinan que hemos de ponernos manos a la obra ante los primeros síntomas, porque ya a partir de los 35 años, estas simples molestias estéticas pueden derivar en rosácea, que es una afección dérmica severa.
¿Y en qué consiste?
El frío causa vasoconstricción en los capilares de la piel, o lo que es lo mismo, los capilares se contraen disminuyendo la circulación a través de ellos, esto provoca la falta de oxígeno y nutrientes a las células de la epidermis, aportando a la piel un efecto apagado que tan mal aspecto nos da.
La renovación celular también sufre retraso, motivo por el cual se acumulan las células muertas, es este motivo el que nos lleva a sentir una incómoda tirantez en la piel así como esa falta de confort en la misma que casi todos ya hemos sufrido en algún momento.
Atención: Solución.
Las pieles sensibles han de tener mucho cuidado a la hora de elegir productos cosméticos. Se hacen imprescindibles una buena hidratación y limpieza, siempre y cuando se lleve a cabo con productos específicos para este tipo de piel.
No debe faltar en nuestro neceser una buena hidratación, son muy efectivas las mascarillas hidratantes que restauran el nivel de agua, y no de grasa, como muchas veces pensamos erróneamente.
En este sentido recomiendo, sin lugar a dudas, de la línea de productos de Mary Kay, la crema hidratante Botanical Effects , suave para pieles sensibles y con FPS 30, junto al Tratamiento Avanzado Regenerador de la Humedad, de la misma firma, que lo complementaría de manera eficaz y en un paso sencillo. A modo de complemento, de dos a tres veces por semana, la línea de productos Timewise de Mary Kay cuenta con una potente mascarilla Hidratante y renovadora en Gel, con efecto antiedad y vitamina B3, conocida por ayudar a fortalecer la barrera de la piel.
Los cambios estacionales no tienen porqué ser un problema siempre que aprendamos a leer las señales que nuestro propio cuerpo nos manda y busquemos las fórmulas más sencillas, para que el cuidado rutinario de nuestra piel no tenga que ser ni tedioso ni mucho menos peligroso para nuestro bolsillo.
Yolanda Sánchez Villa