"El alcoholismo es peor que el cáncer: no solo te matas tú"
Cuatro grupos gaditanos de Alcohólicos Anónimos se dieron cita en San José Artesano para conmemorar los 25 años del grupo 'Humildad'.
"El anonimato es la base espiritual de todas nuestras tradiciones"
Es uno de los lemas que defiende la asociación Alcohólicos Anónimos, cuya división isleña, bautizada hace 25 años como 'Humildad', cumple en 2016 sus bodas de plata. Una de las primeras iniciativas puestas en marcha ayer mismo en los salones parroquiales de San José Artesano fue un encuentro público "para transmitir nuestro mensaje a todos los que lo necesiten".
Y es que, como dijo uno de los compañeros que salió al escenario para relatar su testimonio, "es un grupo anónimo, pero no secreto", por lo que son conscientes de la necesidad de facilitar a quienes sufren esta enfermedad el acceso al mismo. Una iniciativa, claro está, que se basa más en la 'atracción' que en la 'promoción' ya que entre sus dogmas está, precisamente, no emplearlos en búsqueda de atención mediática. Además de los integrantes de 'Humildad', estuvieron también presentes miembros pertenecientes a otros tres grupos de Alcohólicos Anónimos, todos ellos de la provincia de Cádiz para celebrar este aniversario. 25 años de actividad frenética para ayudar a los demás durante los cuales "lo ha dado todo gente que ya no está, y que merece que hoy la recordemos", expresaron durante el encuentro.
Los momentos más emotivos se vivieron, sin embargo, con los testimonios de quienes han padecido esta enfermedad en carne propia. Porque de eso se trata, "es una enfermedad y no un vicio, no bebemos porque queramos hacerlo, bebemos porque somos incapaces de evitarlo", explicó uno de los ponentes, "¿o acaso creen que somos masoquistas?". Este 'tópico' se agrava en el caso de la mujer, ya que "mientras los hombres son vistos como unos simples 'viciosos', a ellas se las señala como seres exentas de ética y de moral", indicó otro de los presentes.
De este perfil hablaron varias señoras, que gracias a su fuerza de voluntad y al apoyo de su familia han logrado salir del agujero, eso sí, "somos conscientes de que el peligro continúa ahí, porque el problema no lo tienen los bares... lo tenemos nosotros, y corremos el riesgo de recaer en cualquier momento", explicaban, "lo importante es volver al mismo sitio". Para ello "no debemos decir al enfermo lo que debe hacer -incidían- sino hacerle entender el giro que podría dar su vida si decidiera, por sí mismo/a, enfrentarse al alcohol". Según los presentes, no hay nada más gratificante para un alcohólico -no tienen miedo a pronunciar la palabra- que contribuir a que otro alcohólico abra los ojos, a que mejore su calidad de vida.
Otro de los voluntarios reconoció haberse criado en el seno de una familia con problemas de alcoholemia. "Mi padre bebía, mis tíos bebían... y yo sabía que era alcohólica incluso antes de serlo". No está orgullosa, pero tampoco se avergüenza, y ante todo agradece estas comunicaciones públicas, porque, como expresó otro compañero: "comencé a ser consciente de mi problema a raíz de una charla que dieron a mi hijo en el instituto". He ahí la importancia de la información.
No faltaron miembros de 'AL-ANON', el grupo de ayuda a familiares de alcohólicos, una de cuyas integrantes tuvo la generosidad de recordar a un familiar que "aunque ya no está, en realidad sigue aquí", confesaba, "por eso me alegro tanto cuando escucho testimonios de autosuperación, me recuerda todo lo que este grupo hizo por nosotros".