Del Señorío a la Corona: "La Isla nunca fue de Cádiz"
El mensaje de Juan Torrejón, doctor en Historia y profesor titular de la Universidad de Cádiz, fue claro durante el primer gran acto de la Academia de San Romualdo para conmemorar los 250 años de la creación del Ayuntamiento isleño.
Y es que, efectivamente, es algo que tanto la prensa, como las instituciones oficiales y la ciudadanía han venido repitiendo desde el error con titulares del tipo "celebramos el aniversario de la segregación de La Isla", o lo que es igual -explicó-, acercándose más al concepto clásico de la 'doxa' (opinión, fuentes orales), que al de la 'episteme', es decir, la objetividad y el conocimiento empírico.
Lo cierto es que desde la baja Edad Media, el conocido como 'logar de la puente' pasó por las manos de diferentes apellidos, siendo los más importantes el de los Suazo (1408) a quien debe su nombre el puente que la conecta con el resto del continente, y el de los Ponce de León (1490), que acabará por hacer lo mismo con todo el territorio, pasando a conocerse, desde entonces, como La Isla de León. Este último linaje, Ducado de Arcos, ostentará la propiedad del territorio hasta 1729, cuando el Rey Felipe V obtenga su titularidad, incorporándole el título de 'Real'. Torrejón Chaves destacó, no obstante, que en las primeras décadas del siglo XVI hubo diversos nombres que lograron hacerse momentáneamente con la jurisdicción del territorio durante cortos períodos de tiempo. Es el caso de los Fonte, o los Voti, aunque la Casa de Arcos siempre lograba reintegrarlo en su patrimonio.
La visión de esta primera etapa bajo el dominio de los señores fue ilustrada por interesantes documentos gráficos durante la ponencia, anteriores, incluso, al famoso plano de Fray Jerónimo de La Concepción que todos conocen como parte de la obra 'Emporio del Orbe'. El primero de ellos pertenece al Atlas de Abraham Ortelius (1570) -custodiado en el Real Observatorio-, donde pueden apreciarse como elementos destacados el Puente Suazo y el Castillo. Éste último, sin embargo, no aparece en el confeccionado por Joan Blaeu (1662) porque "entonces no se consideraba algo importante -explicó el ponente-, en su lugar sí aparece señalado el Carenero del Puente". El plano de Frederick de Wit, de Amsterdam (1670), también mostrado a lo largo de la conferencia es la base del que el famoso fraile carmelita incluyó en su trabajo.
Torrejón dejó claro que entre señores y realengo, La Isla nunca llegó a pertenecer a Cádiz. Si bien la capital trató por todos los medios de evitar el desarrollo de un núcleo poblacional propio. Primero, evitando que se construyesen casas, más tarde, a finales del siglo XVII, tratando de comprársela al Ducado de Arcos, e incluso forzándolo mediante recursos legales cuando éste se negó. Según el historiador, "es posible que la confusión derive de un documento de 1730 por el cual La Isla se agrega al Gobernador Político y Militar de Cádiz, pero éste era competencia directa del Rey, no de la ciudad". No satisfecha con el transcurso de los acontecimientos, "entre 1766 y 1769, Cádiz lo vuelve a intentar perdiendo definitivamente la partida". El Rey Carlos III ya tenía planes más que consolidados para esta zona que desde 1766 pasa a recibir el título de 'Villa' y, por tanto, contar con Ayuntamiento propio, "el lugar idóneo para la marina de vela -explicó-, tanto es así que el Real Cuerpo de Marina ya estaba instalado tres años más tarde.
"El último en trasladarse fue su Capitán General, Juan José Navarro, III Marqués de la Victoria, quien además cuenta con la singularidad de ser el primero en sugerir la conversión de la villa en ciudad décadas antes de que acabara sucediendo". Para ello, continuó, se barajaron los nombres de 'San Carlos' o 'La Carolina', en honor al Rey que hizo posible el nacimiento de La Isla que hoy todos conocen: "ordenada en cuadrícula, símbolo de la razón... destinada a acoger vecinos cultivados, emprendedores y benéficos", concluyó recordando, no obstante, que sus intenciones han quedado plasmadas en recintos ilustrados como la Población Naval o la propia Plaza del Rey, que muy pronto lucirá en todo su esplendor.
que les den ,la isla ,nunca fue de cadiz,y ahora todos los gaditanos que viven en mi isla,solo sabe criticarla,ajo y agua,viva la isla¡¡¡¡