David Barral, actual jugador del Granada CF.

El deportista acaba de fichar por el Granada CF tras una intensa experiencia en Emiratos Árabes. Es el isleño con más partidos jugados en Primera.

David Barral Torres tiene 32 años. Prácticamente los mismos que lleva dedicados en cuerpo y alma a su principal pasión: el fútbol.

Comenzó jugando en un equipo "de barrio" -recuerda al hacer memoria- de esta ciudad, el 'San Servando'. A los 16 años fue fichado por el San Fernando Juvenil, donde continuó por dos años más, hasta que reparó en él nada menos que el Real Madrid. "Estuve seis temporadas jugando en las categorías inferiores, haciendo méritos hasta llegar al 'Castilla' -justo por debajo de la formación principal-". De allí pasó, con 23 años, al Sporting de Gijón, donde estuvo dos años compitiendo en segunda división y cuatro más en primera.

Fue entonces cuando se le brindaría la oportunidad de dar su primer salto internacional. El destino fue Turquía, donde su estancia se prolongó durante un año. Tras éste volvió a España para firmar un contrato de dos temporadas con el Levante UD -hasta el pasado verano-. Una vez concluido volvió a probar suerte en territorio extranjero. En esta ocasión viajó a los Emiratos Árabes, concretamente hasta Abu Dabi, por "un contrato irrechazable -explica- que se ha prolongado durante los seis últimos meses".

Actualmente juega en el Granada Club de Fútbol, equipo por el que ha fichado hasta junio de 2017. Dos años y medio que comienzan... ya, puesto que al momento de redactar esta noticia, confiesa haber entrenado con su nueva formación durante solo dos días. Este sábado se estrenará contra el Villarreal.

Es la trayectoria del deportista isleño con mayor número de partidos jugados en primera división -más de dos centenares- y que seguirá volcándose en lo suyo "jugando muchos más, hasta que el cuerpo aguante". A sus 32 años espera tener pronto la oportunidad de "fichar por equipos que estén cerca de casa, en San Fernando, Cádiz, Córdoba... en cualquier caso, arropado por la familia", confiesa y, ya en su última fase profesional, convertirse en entrenador. A este respecto cabe destacar que cuenta con los tres niveles necesarios para formar jugadores en primera división.

De momento se siente orgulloso de haber llevado por bandera el nombre de San Fernando allí donde ha jugado, "es algo que me llena de gozo", explica, agradecido por el cariño que siempre le han profesado sus vecinos. No así las instituciones, de las que percibe "cierto desamparo", sobre todo al entablar comparaciones con el tratamiento que se brinda a otros deportistas en sus respectivas localidades.

"Espero, algún día, volver a formar parte del deporte isleño".