Un compromiso con las riquezas de la Bahía
La división de Atlántida Medio Ambiente, 'Weyas', continuará dedicándose a dinamizar el Parque Natural durante cuatro años más.
El Parque Natural es su escenario, pues son los encargados por la Consejería de Medio Ambiente de la dinamización del mismo, desde hace cuatro años. Eso sí, con el Centro de Visitantes y el Jardín Botánico de San Fernando a modo de centros neurálgicos. Comenzaron su andadura en 2012 y desde entonces se han diversificado. De consultora ambiental pasaron a diseñar un completo programa de actividades para todos los públicos de acuerdo a los parámetros establecidos por la administración, desglosando la empresa original 'Atlándita Medioambiente' con una nueva división, 'Weyas', destinada a materializar actividades didácticas. Y lo harán por cuatro años más al haber conseguido la última licitación.
Maite Jiménez es una de sus integrantes, y ha hablado para este medio sobre la gratificante experiencia de cumplir con la responsabilidad de dar vida al parque durante este tiempo. Algo que ha podido materializarse gracias a un completo programa de educación ambiental que cuenta con dos pilares elementales, uno destinado a los escolares 'La naturaleza y tú', y otro a las personas que presentan alguna discapacidad, convenientemente denominado 'Naturaleza para todos'. "Intentamos que todas las actividades incluidas en ambas opciones partan de las infraestructuras -Jardín Botánico o Centro de Visitantes- pero, a partir de ahí, tratamos de aprovechar todo el paisaje", explica Maite, que durante estos años de trabajo ha sido testigo de cómo el número de centros interesados en participar pasaba de 15 anuales, a los 40 que han llegado a solicitar sus servicios.
El último de ellos fue el CEIP Guadalete, de El Puerto de Santa María, aunque "de San Fernando nos llegan muchos alumnos de la Compañía de María, casi todos los cursos", declara. También ha acudido recientemente el IES Cornelio Balbo, con jóvenes pertenecientes a ciclos formativos y, en general, centros de toda la Bahía de Cádiz, aunque "es una oferta abierta a toda Andalucía". Suelen acudir, por cercanía, de toda la provincia y otras limítrofes, como Huelva o Sevilla.
Entre las actividades más solicitadas cita Maite 'El misterio del eléboro mágico' -donde los más pequeños aprenden sobre flora en un juego que recuerda a los mapas del tesoro-. Se desarrolla en el Botánico, al contrario que 'Pajaruco, el guardián más cuco', que tiene lugar en Camposoto y donde las protagonistas son las aves. De hecho recuerda una divertida anécdota sobre el mismo ya que "esta propuesta se diseñó a partir de la petición de un colegio de Medina Sidonia". Tuvo tanto éxito que la incluyeron en el programa de forma permanente. Por su parte, 'Paquillo el salinero, de cómo perdió la sal y su dinero' se centra en esta industria ancestral, con sus elementos y operadores clave, pero en un lenguaje adaptado a los escolares. Concretamente se lleva a cabo en la salina de El Estanquillo, la única junto a San Vicente que permanece activa aunque, al contrario que aquella, al más puro estilo tradicional.
"Estas iniciativas destinadas a los niños no pueden ser densas... por eso las teatralizamos, introducimos los contenidos a través de juegos", indica, aunque como profesionales en el ámbito medioambiental no sólo se centran en el público infantil. Prueba de ello es que en enero, con la invernada, proponen actividades de observación ornitológica, "se llevan a cabo en Río Arillo porque está a rebosar". Hasta allí acuden los grupos guiados por profesionales y con el material necesario que permite observar estos grandes bancos de aves. Eso sí, siempre que la demanda logre constituir un grupo para apreciar estas riquezas naturales.
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