Tu voto vale lo mismo que la firma de Amancio Ortega
Si es cierto que los ciudadanos tienen la soberanía en sus manos ¿por qué se decide cada cuatro años? No será qué es demasiado el poder soberano como para dotarlo de poder real. Seguramente, estemos ya demasiado politizados como para cambiar el voto, no lo pretendo, tu voto es tuyo, para algo que te queda, sin contar con la violación de los derechos laborales y humanos...
Tu voto es sagrado y es secreto, y a su vez, tiene la capacidad de elegir al Presidente del Gobierno. Pobre de aquellos que lo crean, pues estarán regalando su pensamiento propio a algunos medios de comunicación, propiedad de los bancos, los mismos que financian las campañas de los partidos que han firmado un acuerdo de ante mano en el que prometen no intervenir en las relaciones especulativas de las empresas, menuda capacidad de decisión que tenemos...
Si tu voto valiese lo mismo que la firma de Amancio Ortega seríamos imparables.
¿Quién lo sería? La clase trabajadora, aquella que sufre todos los recortes, todas las vulneraciones de derechos, todas las leyes que oprimen la libertad de expresión y aquellas que nos hacen pagar los préstamos que nunca pedimos. La pregunta que se hacía la ciudadanía antes de que comenzase la campaña electoral era ¿a quién votamos para solucionar el problema de la crisis económica?
Cuánta gracia le puede hacer a uno la poca visión de conjunto que padecen algunos, aunque la gracia sea lo único que nos queda, porque lo sufrimos todo. La crisis la creó una élite financiera que controla las empresas, los partidos y algunos medios de comunicación. ¿Quién queda al otro lado? La clase trabajadora, la que le toca votar este 20 de Diciembre, descontando a todos los exiliados laborales y aquellos que han sido desahuciados y quedan sin derecho de voto.
A día de hoy, todo partido que no se cuestione la base del sistema capitalista, la culpable de la crisis económica, va a apoyar todas las medidas que asfixian a la clase trabajadora. Los recortes y el artículo 145 CE, que nos hace pagar las deudas de los bancos con otros bancos que se siguen enriqueciendo. Pero no te olvides que Amancio Ortega es un símbolo de la España que todos queremos, el español ideal, puesto que si todos tuviésemos empresas con mano de obra barata, niños de Bangladesh, la India y China, no habría crisis, pero claro, no hay dinero para todos, lo de todos lo tienen ellos...
Y es por eso que los que conocen las redes del sistema, el sistema y como funciona no creemos en la democracia, en sus elecciones ni sus debates a cuatro. La única solución que puede llevar a un pueblo a ser libre de no ser robado por el poder financiero y sus actores sociales: los partidos y algunos medios; es la lucha o la acción política en la calle, en definitiva, la Revolución.